Elaine Díaz se va de agente de influencia a Harvard

Elaine Díaz, la autora de La polémica digital.

Acaban de concederle una beca en Harvard a la periodista y bloguera oficialista Elaine Díaz. Sí, no se pellizque, usted está en lo cierto: es la misma Elaine que aquella vez, hace varios años, antes que cerrara su blog y luego lo volviera a abrir, antes de que aumentara unas libritas y le dieran un espacio, algunos viernes, en la Mesa Redonda, declaró a Cuba Visión que no había que exagerar acerca de las limitaciones que impone el régimen a los cubanos para acceder a la red de redes porque su abuelo no sabía siquiera qué era Internet y vivía encantado de la vida.

Elaine Díaz, la autora de La polémica digital.



Eso dijo y se lo creemos: podemos imaginar la contentura del viejo al correr de cola en cola para comprar las papas cuando vienen, el único pan que le toca por la libreta de abastecimiento y luego más relajado, llegarse a la bodega a ver que llegó, todo eso luego de comprar –primero que todo- el periódico Granma para leer las noticias varias horas antes de que las lea el bigotudo locutor del NTV.

Esperemos que la beca en Harvard no tenga que ver con la geriatría, porque Elaine Díaz no acierta en materia de abuelos. Y menos aún si se trata de los abuelos desalmados que nos gobiernan, que de tan singulares que son, muy poco tienen que ver con el de ella o con cualquier otro anciano digamos que normal.

Elaine Díaz apareció hace unos años, cuando la blogosfera empezó a tupirse de blogs de jóvenes que repetían hasta la saciedad que eran revolucionarios, que amaban a sus infalibles líderes, y que a pesar de los pesares, son felices en Cuba.

Los posts que escribe Elaine Díaz son un soplo de aire fresco en la tan enrarecida blogosfera permitida, llamémosla así por no decir oficialista. La muchacha decía sentirse capaz de polemizar con cabeza propia, tanto que hasta alguna vez expresó su deseo de intercambiar criterios cara a cara con blogueros disidentes. Luego, en su segunda temporada, recogió cordel. Supongo que la llamaron a contar y le explicaron los límites de su “independencia” dentro de la revolución.

Así y todo, Elaine Díaz, comparada con los insidiosos parlanchines oficiales, suele mostrarse atrevida, desenfadada e irreverente, cuando clama por un sistema más participativo y se queja de “la anquilosada prensa oficial que “se ahogó entre tantas cifras, sobrecumplimientos y frases hechas”.

Solo que a veces parece demasiado cándida. Cuando uno lee su blog se puede topar con cosas como esta: “La Feria del Libro es mojigata, como el periodismo cubano y como los decisores políticos que se escandalizan con las cosas de los estudiantes como si la Revolución se viniera abajo la próxima semana. En todo caso, habría que preguntarse qué clase de Revolución se viene abajo por tan poco.”

¿No sabrá Elaine Díaz una respuesta tan simple? Una revolución como esta, que hace muchos años dejó de serlo para convertirse en una dictadura chantajista, represiva y mezquina. Si ha logrado mantenerse 55 años en el poder es precisamente porque le teme a todo lo nuevo y diferente.

Los sesudos que vaya a saber con qué intención le concedieron la beca en Harvard a Elaine Díaz solo conseguirán tener una agente de influencia más del régimen castrista en el mundo académico norteamericano.

Con gente como Elaine Díaz lo que se pretende es oxigenar y aportar un poco de credibilidad a la blogosfera oficial. Va y en un futuro logran armar un amago de prensa alternativa con estos blogueros, quienes serían complementados en su empeño por publicaciones como Espacio Laical, que ya hasta se arroga el derecho de hablar absolutamente a nombre de todos los cubanos y de determinar cuáles de ellos son patriotas y cuáles no.

Por lo pronto, los blogueros permitidos, como Elaine Díaz, Paquito de Cuba y otros, ganan espacio y visibilidad, aunque sea con boberías. Y puede que hasta con temas serios como la cultura, la discriminación racial, la ecología y la diversidad sexual.

No nos dejemos confundir: estos blogueros no son oficialistas por cuenta propia, eso no existe. Solo están autorizados para discrepar un poquito. Solo lo necesario para copar la blogosfera y confundir. Como confundieron a los que le concedieron la beca en Harvard a Elaine.

Este post de Luis Cino fue publicado inicialmente en el blog Círculo Cínico.