Desde el 12 de diciembre en las carnicerías habaneras, el Estado le vende un jurel a cada capitalino. La empresa de Comercio de La Habana, lo distribuye, bajo un programa de entrega normado según lo informó el oficialista Tribuna de La Habana.
Por más de dos años, la población de La Habana no recibía esa cuota normada de pescado congelado. Mientras que una pequeña cantidad se les distribuye mensualmente a las personas con dietas médicas.
La noticia colmó de alegría a la empobrecida familia habanera, pues en sus casas no todos comen pavos, pollos o cerdos en las actividades navideñas o de fin de año.
El jurel con cabeza y cola llegó el viernes 26 al reparto Altahabana, después de 14 días de haberse anunciado su distribución. Ayer domingo fue su último día de venta en Altahabana, Boyeros. Por la "izquierda" se vendió a $1 la libra.
Sandra, comentó: "En mi casa no tengo nada. El cerdo está por las nubes a 1.20 dólar la libra. Dicen que lo van a vender del 28 al 30 en unas ferias populares a 1.00 dólar la libra. Yo gano 14 dólares mensuales. No puedo comprar ni cinco libras. Esto es una miseria. Me tengo que conformar con el huevo, la mortadella y lo que venga a la tienda. Hace más de 15 días que no entra nada de alimentos cárnicos. Menos mal, comeremos pescado en salsa este fin de año".
En la casa de Eduardo viven cinco personas, trabajan él y su padre, ganan entre los dos cerca de 50 dólares. Allí sucede lo mismo y decía el joven obrero: "El gobierno no nos paga un salario decoroso, es imposible seguirles creyendo sus cuentos. Nosotros sostenemos cientos de miles de militares y a la casta burocrática, que derrocha y está acabando con el país. Venir a decirnos que nos dan el pescado subsidiado a 0.35 centavos, es una de las tantas burlas que a diario nos hacen. Al final lo estamos pagando bien caro".
El padre, que pidió declarar bajo anonimato, dijo: "Toma unas fotografías, porque ahora no sabemos cuándo veremos otra vez a nuestro querido jurel. Me acuerdo de unas latas de atunes y de sardinas que nos iban a dar en el 2008, cuando un ciclón golpeó el occidente del país, no recuerdo el nombre. El asunto es que el Gobierno las vendió en las tiendas recaudadoras de divisas, fueron donadas al pueblo, pero estafaron al pueblo".
Continúa expresando: "Esta gente no quiere a nadie. ¿Por qué no nos 'subsidian' una canasta para fin de año, si todos los días nos explotan a mansalva y nos piden resistir? Esto no es vida, ¿tú crees que es comida cinco pescados en dos años?".
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en los últimos cuatro años la captura nacional de pescados y mariscos frescos han disminuido de 61.000 toneladas en el 2009 a 48.004 en el 2012. En los últimos 4 años ─2009/2012─ tan solo han importado un promedio anual de 5.000 toneladas de pescado y marisco congelado.
Mientras que las capturas del pescado de dulce ─unas 27.000 toneladas en el 2014─ se han destinado a la industria, una parte al turismo y la gastronomía. El pueblo en sus carnicerías no lo ha podido comprar.
En diciembre, no todos los capitalinos comerán pescados. Algunos pasarán el fin de año sin un buen bocado de comida. Los municipios del Cerro, Playa y La Habana del Este, con cerca de 165.000 habitantes, si no se les presenta a los distribuidores algún contratiempo, comerán pescado en enero 2015.
Los castristas, contentan con pescado a su pueblo. Mientras, festejan el regreso de sus agentes espías y el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos.
Este artículo de Ernesto García Díaz fue publicado originalmente en Cubanet.