Yusnamy Jorge, esposa del médico disidente Darsi Ferrer llegó al estado de Tennessee con su hijo para atenderse un padecimiento cerebro vascular
Yusnaimy Jorge, la esposa del médico disidente cubano Darsi Ferrer, llegó a la ciudad de Chattanooga, en el estado de Tennessee, con el hijo de ambos, Dariel. En esa localidad estadounidense han sido reubicados luego de su llegada a Miami como parte del Programa para Refugiados Políticos del gobierno de Estados Unidos.
“Un padecimiento cerebro vascular que no pudo ser diagnosticado en Cuba, que se autoproclama potencia médica, apresuró mi salida”, dijo Yusnaimy en una entrevista exclusiva a su arribo a Miami en tránsito hacia su destino final.
“Los disidentes tememos ir a los hospitales, la última vez que estuve ingresada la Seguridad del Estado se encargó de decir a los médicos que me sacaran de allí.”
Poco más dos años tardó el gobierno cubano en otorgarle a Yusnaimy y a Dariel el permiso de salida. Su condición de disidente la marcaba y tuvo que pagar por ello.
“La oposición cubana sigue creciendo pese al aumento de la represión, en particular en la región oriental, pero más notable aún es que la gente de pueblo ha perdido el miedo y aunque no se suman a la oposición abiertamente apoyan sus actos públicos como pasó en el Capitolio y en el Parque de la Fraternidad.”
Su hijo Dariel, de 10 años, sufre las secuelas de la represión. “Mi hijo presenció cuando golpeaban a su padre, cuando era arrestado”, dijo con la voz entrecortada. “En una ocasión dejaron las llaves del gas abiertas con mi hijo en casa, si no llego a tiempo se muere”.
En cuanto a las Damas de Blanco, explicó que este movimiento femenino se ha convertido en el fantasma que persigue al gobierno de Raúl Castro. “El régimen teme a las Damas por eso las reprime con todas sus fuerzas”.
Destacó asimismo la importancia de las redes sociales en Cuba, que pese a las trabas que impone el gobierno, dan a conocer con inmediatez los atropellos cometidos contra quienes disiente de la ideología oficial.
“Es encomiable la labor que realizan personas como la bloquera Yoany Sánchez, Roberto de Jesús, director de la página electrónica Diario de Cuba, y la Unión Patriótica Cubana, entre otros, ellos se encargan de denunciar los arrestos, las golpizas, la represión y el gobierno no lo puede controlar plenamente, y eso nos favorece”.
En Cuba quedó su esposo, Darsi Ferrer, médico inhabilitado para ejercer su profesión desde 2006 simplemente por disenso.
“Estoy orgullosa de Darsi, el siente mucho esta separación. Está muy apegado al niño. Antes de partir me dijo que no me preocupara que él iba a seguir en la lucha, escribiendo, asistiendo a los actos públicos.”
En Chattanooga, Yusnaimy comienzan una nueva vida, una conquista de lo desconocido con la esperanza de que pueda conseguir la atención que requiere su enfermedad.
“Lo único que me queda por decir a Darsi es que no tiene que preocuparse, que he recibido el calor de mucha gente, dispuesta a ayudarnos, no importan sus nombres, gente a quien he de agradecer eternamente. Aquí estamos seguros y oro a cada minuto por el reencuentro,” concluyó sin poder contener el llanto.
“Un padecimiento cerebro vascular que no pudo ser diagnosticado en Cuba, que se autoproclama potencia médica, apresuró mi salida”, dijo Yusnaimy en una entrevista exclusiva a su arribo a Miami en tránsito hacia su destino final.
“Los disidentes tememos ir a los hospitales, la última vez que estuve ingresada la Seguridad del Estado se encargó de decir a los médicos que me sacaran de allí.”
Poco más dos años tardó el gobierno cubano en otorgarle a Yusnaimy y a Dariel el permiso de salida. Su condición de disidente la marcaba y tuvo que pagar por ello.
“La oposición cubana sigue creciendo pese al aumento de la represión, en particular en la región oriental, pero más notable aún es que la gente de pueblo ha perdido el miedo y aunque no se suman a la oposición abiertamente apoyan sus actos públicos como pasó en el Capitolio y en el Parque de la Fraternidad.”
Su hijo Dariel, de 10 años, sufre las secuelas de la represión. “Mi hijo presenció cuando golpeaban a su padre, cuando era arrestado”, dijo con la voz entrecortada. “En una ocasión dejaron las llaves del gas abiertas con mi hijo en casa, si no llego a tiempo se muere”.
En cuanto a las Damas de Blanco, explicó que este movimiento femenino se ha convertido en el fantasma que persigue al gobierno de Raúl Castro. “El régimen teme a las Damas por eso las reprime con todas sus fuerzas”.
Destacó asimismo la importancia de las redes sociales en Cuba, que pese a las trabas que impone el gobierno, dan a conocer con inmediatez los atropellos cometidos contra quienes disiente de la ideología oficial.
“Es encomiable la labor que realizan personas como la bloquera Yoany Sánchez, Roberto de Jesús, director de la página electrónica Diario de Cuba, y la Unión Patriótica Cubana, entre otros, ellos se encargan de denunciar los arrestos, las golpizas, la represión y el gobierno no lo puede controlar plenamente, y eso nos favorece”.
En Cuba quedó su esposo, Darsi Ferrer, médico inhabilitado para ejercer su profesión desde 2006 simplemente por disenso.
“Estoy orgullosa de Darsi, el siente mucho esta separación. Está muy apegado al niño. Antes de partir me dijo que no me preocupara que él iba a seguir en la lucha, escribiendo, asistiendo a los actos públicos.”
En Chattanooga, Yusnaimy comienzan una nueva vida, una conquista de lo desconocido con la esperanza de que pueda conseguir la atención que requiere su enfermedad.
“Lo único que me queda por decir a Darsi es que no tiene que preocuparse, que he recibido el calor de mucha gente, dispuesta a ayudarnos, no importan sus nombres, gente a quien he de agradecer eternamente. Aquí estamos seguros y oro a cada minuto por el reencuentro,” concluyó sin poder contener el llanto.