Su exposición fue generalmente optimista, pues considera que Cuba se halla en época de cambios y que la población se beneficia del comercio que le parece esencial en las relaciones humanas y para conseguir el bienestar.
En una conferencia de la Institución Brookings, el historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, presentó los planes de restauración de La Habana Vieja y habló también de los desafíos que ha vivido la ciudad y los que se plantean para el futuro.
Su exposición fue generalmente optimista, pues considera que Cuba se halla en época de cambios y que la población se beneficia del comercio que le parece esencial en las relaciones humanas y para conseguir el bienestar.
Indicó que en la década de los 90, debido a las estrecheces económicas, millones de personas intentaron emigrar a la capital, un movimiento que el gobierno frenó y pudo mantener el nivel de población en 2.3 millones. De lo contrario, dijo, La Habana tendría hoy 6 millones de habitantes.
También participó en la conferencia el experto en cuestiones fiscales del Banco Intermaericano de Desarrollo, Francesco Lanzafame. Aunque señaló que el Banco no puede prestar dinero a Cuba pues no es miembro de la institución, su presencia fue muy oportuna pues se plantearon rápidamente las dificultades económicas a que se enfrenta el proyecto de restauración.
Otro desafío económico, dijo Leal, sigue siendo la doble moneda, pero resaltó que la situación ha ido mejorando poco a poco, y que ahora, en algunas atracciones turísticas, hay muchos cubanos residentes en la isla que se benefician de los cambios económicos.
Añadió que el proyecto de restauración ha creado unos 10.000 empleos.
Su exposición fue generalmente optimista, pues considera que Cuba se halla en época de cambios y que la población se beneficia del comercio que le parece esencial en las relaciones humanas y para conseguir el bienestar.
Indicó que en la década de los 90, debido a las estrecheces económicas, millones de personas intentaron emigrar a la capital, un movimiento que el gobierno frenó y pudo mantener el nivel de población en 2.3 millones. De lo contrario, dijo, La Habana tendría hoy 6 millones de habitantes.
También participó en la conferencia el experto en cuestiones fiscales del Banco Intermaericano de Desarrollo, Francesco Lanzafame. Aunque señaló que el Banco no puede prestar dinero a Cuba pues no es miembro de la institución, su presencia fue muy oportuna pues se plantearon rápidamente las dificultades económicas a que se enfrenta el proyecto de restauración.
Otro desafío económico, dijo Leal, sigue siendo la doble moneda, pero resaltó que la situación ha ido mejorando poco a poco, y que ahora, en algunas atracciones turísticas, hay muchos cubanos residentes en la isla que se benefician de los cambios económicos.
Añadió que el proyecto de restauración ha creado unos 10.000 empleos.