Estados Unidos todavía está investigando qué causó que decenas de empleados del gobierno de Estados Unidos en China y Cuba se enfermaran misteriosamente, dijo este miércoles el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.
Pompeo reconoció que se habían dedicado "importantes recursos del gobierno de Estados Unidos" a resolver el misterio, pero aún no había un análisis completo, solo teorías, sobre cómo ocurrieron los incidentes, que afectaron a decenas de empleados del gobierno de Estados Unidos entre finales de 2016 y 2018 y se conocieron como el "Síndrome de La Habana".
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En una conferencia de prensa el jefe de la diplomacia estadounidense rechazó las acusaciones de que Washington no protegió a sus empleados por perseguir objetivos políticos más amplios.
"No hubo política adjunta a esto. Las insinuaciones de que no protegimos a nuestros oficiales debido a algún objetivo político más amplio son falsas, claramente falsas, inequívocamente falsas", enfatizó.
Pompeo consideró que es un asunto realmente importante y manifestó que no quiere que ningún país del mundo piense ni por un momento que puede hacer algo contra los estadounidenses y que que EEUU no tomará medidas serias por esta acción.
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El Secretario de Estado aseguró que el personal diplomático de EEUU cuenta con todo el respaldo y protección.
En 2017, decenas de empleados del gobierno estadounidense en Cuba informaron síntomas que incluían pérdida de audición, zumbidos en los oídos, vértigo, dolores de cabeza y fatiga, un patrón consistente con una lesión cerebral traumática leve e inicialmente descrito como el resultado de algún tipo de ataque de salud.
En abril de 2018, Canadá dijo que retiraría a las familias de los diplomáticos enviados a su embajada en Cuba, después que una decena de sus propios enviados y sus familiares sufrieran síntomas similares.
El Departamento de Estado dijo en junio de 2018 que había traído a algunos de sus diplomáticos radicados en Guangzhou, China, para ser evaluados en busca de efectos parecidos a los del ahora llamado “Síndrome de La Habana”.
[Con reporte de Michelle Sagué desde Washington]