Gigante del cabildeo en EEUU asesorará a empresas interesadas en Cuba

Akin Gump tiene oficinas en EEUU, Europa, Rusia y en el Medio y Lejano Oriente.

La nueva unidad de Akin Gump se ocupará de aconsejar en cuestiones de estrategia legal y cabildeo a las compañías que desean seguir relajando el embargo y entrar en el mercado de la isla.

Akin Gump, la primera firma de cabildeo de Estados Unidos (con $36.5 millones en ingresos en 2014), está abriendo una nueva unidad operativa para asesorar a compañías interesadas en el mercado cubano, reporta este jueves The Washington Post.

El diario capitalino señala que esa acción responde al redoblamiento de los esfuerzos emprendidos por la comunidad empresarial internacional desde el anuncio sobre el restablecimiento de las relaciones bilaterales para conseguir que el Congreso relaje más las restricciones sobre los viajes, ventas agroalimentarias, exportación de dispositivos de telecomunicación, viajes y otros sectores.

La nueva unidad de Akin Gump se ocupará de aconsejar en cuestiones de estrategia legal y cabildeo a las empresas que aspiran a entrar o ya han entrado en el mercado cubano. Una nota de prensa de la firma señala que esto incluye "asesoría para anticiparse y adaptarse a las inminentes transformaciones del rápidamente cambiante paisaje político y empresarial cubano".

El Post reporta que la iniciativa cubana del gigante del lobbying será dirigida por el cabildero del Partido Demócrata Scott Parven. Parven cabildea a favor de Samsung y Chevron y en 2015 ha logrado recaudar $24.700 para la campaña de Hillary Clinton 2016.

Como consejera ha sido contratada Anya Landau French, editora del blog The Havana Note. La bitácora se enfoca en la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y aboga por la derogación del embargo. Landau French fue asesora en asuntos de comercio internacional del exsenador demócrata por Montana Max Baucus, también partidario de eliminar las sanciones, y del Comité de Finanzas del Senado. Ha visitado Cuba en más de 20 ocasiones.

"Tras las audaces medidas del Presidente con relación a Cuba, estamos percibiendo, a nivel de ejecutivos principales y consejeros legales, un gran entusiasmo por parte de nuestros clientes", dijo Parven, citado por el Post.

"Están muy animados y optimistas con lo que ven, en perspectiva, como una gran oportunidad para hacer negocios. Las empresas quieren estar seguras de que están haciendo todo bien para entrar en el mercado (cubano) de la manera correcta y establecer una buena reputación".

El diario de Washington constata que la presión formal de la Casa Blanca a favor del levantamiento del embargo ha precipitado un diluvio de nuevos esfuerzos de cabildeo en esa dirección, entre ellos la creación en junio del grupo bipartidista Engage Cuba, que se prepara para allanar el camino en el Congreso con una campaña, este otoño, en estados exportadores de productos agropecuarios como Iowa, Georgia, Tennessee y Arkansas.

El Post expone, asimismo, cómo las posibilidades de que estos esfuerzos fructifiquen en la legislatura podrían verse frustradas al menos en la Cámara de Representantes, donde los líderes republicanos han manifestado su oposición a llevar a debate, mucho menos a votación, cualquier proyecto de ley que busque relajar las sanciones al Gobierno de Cuba codificadas en la Ley Helms-Burton de 1996.