Estados Unidos conmemoró este jueves las tragedias espaciales de su historia en el 30 aniversario del accidente del transbordador Challenger, que se desintegró 73 segundos después de despegar con siete personas a bordo.
El director de la agencia espacial (NASA), Charles Bolden, presidió la tradicional ofrenda floral en el cementerio nacional de Arlington (Virginia), mientras que el Kennedy (Florida) y otros centros espaciales celebraron homenajes a las víctimas.
El 28 de enero es el día en que la NASA honra a todos los astronautas fallecidos en sus misiones espaciales, con un recuerdo especial para sus tres peores tragedias: Apolo 1 (1967), Challenger (1986) y Columbia (2003).
Entre el 27 de enero y el 1 de febrero de este año se cumple el 49 aniversario del incendio en el que murieron los tres tripulantes del Apolo 1, el 30 aniversario del desastre del transbordador Challenger con siete víctimas y el decimotercer aniversario de la tragedia del transbordador Columbia, con otros siete fallecidos.
"No debemos olvidar nunca a los valientes estadounidenses que hicieron el sacrificio de explorar las fronteras del entendimiento. Conocían los riesgos, y aún así eligieron poner sus vidas en juego para que las futuras generaciones pudieran vivir mejor gracias a los avances en la ciencia, la tecnología y el conocimiento del universo", dijo hoy el presidente Barack Obama en un comunicado.
Obama recordó a continuación las palabras del entonces presidente Ronald Reagan tras la tragedia del Challenger: "El futuro no pertenece a los pusilánimes, pertenece a los valientes".
Reagan tenía que pronunciar en la noche de la tragedia el discurso anual sobre el Estado de la Unión, pero en su lugar dio un emotivo mensaje a la nación, sobre todo a los millones de niños ilusionados con el lanzamiento.
No era la primera vez que morían astronautas en Estados Unidos, en 1967 los tres tripulantes del Apolo 1 perecieron al producirse un incendio en el módulo de comando durante un ensayo en Cabo Cañaveral (Florida).
Pero el Challenger tuvo un impacto mucho mayor, en buena medida por la emoción que había despertado en el país ver a una persona común, la profesora Christa McAuliffe, en el espacio.
"Cada año por estas fechas, tomamos un momento para reflexionar como familia NASA sobre los amplios hombros sobre los que nos apoyamos: los de las mujeres y hombres de la NASA que dieron sus vidas para que ustedes y yo podamos continuar alcanzado nuevos hitos para el beneficio de la humanidad", afirmó hoy Bolden en una nota.
En la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas guardaron un momento de silencio por sus compañeros muertos en las misiones, imágenes que pueden verse en un vídeo que publicó hoy la NASA.
"Reconozcamos el sacrifico de los que fallecieron y cómo su espíritu y su legado viven en nuestros logros en el espacio", dijo el astronauta estadounidense Scott Kelly, quien, junto a su compañero ruso Mijail Kornienko, concluirá en marzo una histórica misión de un año, el doble de lo habitual en la EEI, para evaluar la resistencia del cuerpo humano en el espacio.