En el documento, Estados Unidos reconoce "el papel vital de los medios de prensa libres e independientes" y el derecho de todos de diseminar y recibir información reflejado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Por otra parte, el documento denuncia que durante el último año, varios países han puesto en efecto leyes y realizado acciones que coartan y limitan las libertades de expresión, información y prensa.
Entre esos países menciona a Ukrania y Túnez donde se censura y se acosa a los medios de prensa; China, donde activistas de la Internet fueron arrestados bajo cargos de subvertir el Estado; Birmania por sus severas restricciones a la prensa libre; Sudán por su vigilancia e intimidación a periodistas; y principalmente menciona a Cuba, donde el régimen autoritario castrista oprimió fuertemente, torturó y encarceló a numerosos intelectuales, periodistas y activistas que buscan mejorar las condiciones en ese país.
Estados Unidos reitera que la Libertad de Prensa es un elemento esencial para la Democracia y apoya programas que entrenen y protejan a los periodistas, provean acceso a la Internet y respalden a las organizaciones de medios independientes.
Termina el documento expresando que la gente alrededor del mundo debe tener libertad para expresar sus opiniones.