Kim Yong-chol, espía de la cúpula norcoreana y vinculado al régimen de Cuba

Kim Yong Chol se reune en La Habana con eldictador cubano Raúl Castro, en mayo de 2016.

El tenebroso general de cuatro estrellas, que llega hoy en Nueva York para reunirse con el secretario de Estado, Mike Pompeo, se convertirá en el primer oficial de alto rango de Corea del Norte en visitar EEUU en más de dos décadas.

Kim Yong-chol, considerado la mano derecha del dictador norcoreano, es un militar que ha escalado los escalafones del régimen, destacando como director de Inteligencia y en el terreno de las relaciones intercoreanas y por sus amplias relaciones con el régimen de Cuba.

El general de cuatro estrellas, que llega hoy en Nueva York para reunirse con el secretario de Estado, Mike Pompeo, se convertirá en el primer oficial de alto rango de Corea del Norte en visitar EEUU en más de dos décadas.

Su papel junto al líder de la diplomacia estadounidense está resultando capital en las últimas semanas de cara a intentar que la cumbre entre el dictador norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de EEUU, Donald Trump, pueda celebrarse finalmente el 12 de junio en Singapur.

Nacido ente 1946 y 1947 en el seno de una familia ajena a las élites de Pyongyang (se cree que procede de la provincia de Ryanggang o en la de Pyongan del Norte, ambas junto a la frontera china) ha logrado convertirse en pieza esencial en la maquinaria represiva y diplomática de Pyongyang y figurar -junto a la hermana del propio dictador- como uno de los principales asesores del mariscal norcoreano.

En mayo de 2016, el general norcoreano fue afectuosamente recibido por el dictador cubano, general Raúl Castro, en una visita destacada por la prensa oficialista.

Granma resaltó del encuentro que “en un ambiente fraternal, ambas partes confirmaron el interés por continuar profundizando las históricas relaciones que unen a los dos Partidos, gobiernos y pueblos”.

Se cree que Kim Yong-chol comenzó su carrera en una unidad de la policía militar de la frontera intercoreana y como guardaespaldas de Kim Jong-il, padre ya fallecido del actual dictador.

Su escalada en la Inteligencia norcoreana, tras ocupar varias posiciones militares ligadas a la Zona de Seguridad Conjunta, comenzó en los años noventa cuando fue nombrado vicedirector de la Oficina de Reconocimiento del Ministerio de Defensa.

Kim Yong Chol fue responsable del Departamento de Políticas de la Comisión Nacional de Defensa que formuló políticas y llevó a cabo operaciones de asuntos públicos en nombre de la comunidad de inteligencia militar.

Durante su mandato en el organismo de espionaje, Kim supervisó la expansión de las unidades de defensa y guerra cibernética y electrónica y se rumoraba que tuvo un rol de planificación y comando en el hundimiento, en marzo de 2010, de la corbeta naval ROK Cheonan. También participó en varias misiones de recolección y actividades especiales en el extranjero, incluido un fallido intento de asesinato contra desertores de Norcorea que residían en Corea del Sur.

Tras más de dos décadas participando en conversaciones militares con el Sur, y después de la reestructuración del aparato de seguridad y espionaje del régimen en torno a 2009, Kim acabó dirigiendo esa misma oficina cuando fue fusionada con otros brazos de la inteligencia militar y civil y rebautizada como Oficina de Reconocimiento General (RGB, por sus siglas en inglés).

Allí permaneció Kim, del que se dice que habla con fluidez varios idiomas, hasta 2016 cuando se le colocó al frente del Departamento del Frente Unido (un brazo del Partido de los Trabajadores que combina espionaje y relaciones con Corea del Sur) y se le nombró miembro del politburó y vicepresidente de la formación única norcoreana.

En 2010 Washington comenzó a imponerle sanciones (aún vigentes a día de hoy) a él y al organismo que dirigía por su rol en el tráfico de armas convencionales para captar fondos para el régimen y sus programas atómico y de misiles.

Ese mismo año se cree que fue el cerebro detrás el bombardeo sobre la isla fronteriza de Yeongpyeong y el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan, que se cobraron 50 vidas.

La corbeta surcoreana Cheonan, es sacada del mar tras ser hundida por los norcoreanos.

Este trágico episodio le sirvió para hacer gala del oscuro sentido del humor que se le atribuye cuando a principios de abril visitó en su hotel de Pyongyang a un grupo de periodistas surcoreanos que había viajado al Norte para una serie de conciertos conjuntos.

Kim se presentó diciendo: "buenas noches, soy el tipo al que ustedes acusan de haber hundido el Cheonan".

Como enviado del régimen ha protagonizado además importantes visitas como la realizada a los recientes JJOO de Invierno celebrados en Corea del Sur o la que hizo a Cuba en 2016, para reunirse con el dictador Raúl Castro.

Los vínculos entre Cuba y Corea del Norte ocuparon titulares a nivel mundial cuando en julio de 2013, investigadores panameños que descargaban un barco norcoreano incautado con armas procedentes de Cuba encontraron 12 motores de aviones de combate MiG-21 y cinco vehículos militares que según funcionarios, parecían centros de control de misiles.

Armas cubanas encontradas dentro de un contenedor del barco norcoreano Chong Chon Gang en Panamá.

Los investigadores ya habían encontrado antes dos aviones MiG-21 y dos sistemas de radar para guiar misiles a bordo del buque norcoreano Chong Chon Gang. El barco se dirigía a Corea del Norte cuando fue detenido bajo sospechas de transportar drogas.

Además de dos sistemas de misiles antiaéreos y sus equipos de guía, explosivos, cohetes de corto alcance, municiones y seis camiones de comando y control de misiles, para un total de 240 toneladas métricas de armas y municiones.

[Con información de Agencia EFE, diario Granma y nkleadershipwatch.org]