Dos académicas cubanas, la doctora en Ciencias Filosóficas e historiadora Alina Bárbara López Hernández y la historiadora y antropóloga Jenny Pantoja, instaron al régimen, este 20 de diciembre, a que libere a los presos políticos y ponga alto al acoso a sus familiares.
En una directa a través de Facebook, desde el Parque de la Libertad de Matanzas, como en ocasiones anteriores, las dos mujeres pidieron “la creación de una Asamblea Constituyente para una transición plena que incluya a todas las fuerzas pro democráticas y una reforma electoral que permita elecciones libres y justas”, dijo Pantoja a quien la Seguridad del Estado impidió viajar a Matanzas para acompañar a su amiga y colega en su protesta del pasado 18.
El parque de la capital matancera sirve de escenario de la protesta pacífica que el 18 de cada mes realiza López Hernández, para reiterar sus demandas.
Asimismo, se expresaron a favor del cese del acoso, la represión y la violencia política contra los ciudadanos que piensan diferente y desean la democracia y la atención inmediata a quienes sufren mayor vulnerabilidad debido a la mala gestión del Estado totalitario.
Entre las demandas de López Hernández está, además, el "cese del hostigamiento a personas que ejercen su libertad de expresión".
Ambas intelectuales enfatizaron la situación del profesor Pedro Albert a quien le fue revocada la sanción de libertad limitada y fue devuelto a la prisión, donde tendrá que cumplir lo que resta de su condena de cinco años de privación de libertad por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en Guanabacoa.
Lee también Pedro Albert Sánchez otra vez encarcelado tras revocación de libertad limitadaLópez Hernández resaltó que el día escogido para hacer su reclamo se cumple un aniversario del nacimiento del líder estudiantil Rubén Martínez Villena, “una persona muy importante para la toma de conciencia de la generación intelectual de su época”.
El 18 de diciembre, tampoco pudo asistir a la protesta el escritor Jorge Fernández Era, porque estuvo, en su vivienda, bajo la custodia de agentes de la policía política.
Por ejercer su derecho a manifestarse, López Hernández ha sido arrestada, limitada su libertad de movimiento y enjuiciada y condenada por el delito de “desobediencia”.