El match, disputado la noche del viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana ante unos 10.000 aficionados, marcó un discreto retorno a la isla del profesionalismo.
Cuba barrió a Rusia 5-0 en el primer cartel profesional celebrado en la isla en más de cinco décadas, y se mantuvo como único equipo invicto en la cima del grupo B en la IV Serie Mundial de Boxeo (WSB).
El match, disputado la noche del viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana ante unos 10.000 aficionados, marcó un discreto retorno a la isla del profesionalismo, abolido por el Gobierno de Fidel Castro en 1961, y fue presenciado por el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel.
Para los Domadores de Cuba, ausentes en las tres primeras ediciones de la WSB, la victoria ante Rusia fue su tercera barrida, luego de las propinadas como visitantes a los Guerreros de México y los Húsares de Polonia.
Los cubanos siguen liderando su llave, con 9 puntos (15-0), igual puntaje que el campeón, Astana Arlans de Kazajstán, ganador el viernes 4-1 ante México.
"Tuvimos dos combates difíciles con dos atletas nuevos", que "salieron desesperados, la ansiedad los traicionó", dijo a periodistas el jefe de entrenadores de la selección cubana, Rolando Acebal, al referirse a los cerrados triunfos de los debutantes Marcos Forestal (56 kg) y Luis Oliva (64).
Forestal venció a Muhammad Shehov en una sangrienta pelea que terminó 2-1 antes del tiempo reglamentario, mientras que Oliva superó 3-0 a Radjab Butaev en combate de fuerte intercambio.
"Es la primera vez que peleo a cinco asaltos y me mantuve fuerte. El ganador pudo haber sido cualquiera de los dos", comentó Oliva, quien sustituyó en el equipo al subcampeón mundial, Yasnier Toledo, sancionado por ausentarse a los entrenamientos.
Los otros triunfadores por la escuadra cubana fueron Yosbany Veitía (49), Ramón Luis (75) y Erislandy Savón (91), todos por 3-0, ante Bator Sagaluev, Andrey Efremenko y Victor Kuduhov.
Aunque siguió el patrón de los eventos profesionales, con modelos femeninas anunciando las peleas y pantallas gigantes, el espectáculo cultural diseñado por los organizadores fue suspendido, pues el gobierno cubano decretó tres días de duelo por la muerte del ex presidente sudafricano, Nelson Mandela.
La Serie Mundial prevé remuneraciones en metálico para sus participantes, un hecho inédito en el deporte cubano, tras 50 años de amaterurismo como política de Estado.
El match, disputado la noche del viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana ante unos 10.000 aficionados, marcó un discreto retorno a la isla del profesionalismo, abolido por el Gobierno de Fidel Castro en 1961, y fue presenciado por el primer vicepresidente Miguel Díaz-Canel.
Para los Domadores de Cuba, ausentes en las tres primeras ediciones de la WSB, la victoria ante Rusia fue su tercera barrida, luego de las propinadas como visitantes a los Guerreros de México y los Húsares de Polonia.
Los cubanos siguen liderando su llave, con 9 puntos (15-0), igual puntaje que el campeón, Astana Arlans de Kazajstán, ganador el viernes 4-1 ante México.
"Tuvimos dos combates difíciles con dos atletas nuevos", que "salieron desesperados, la ansiedad los traicionó", dijo a periodistas el jefe de entrenadores de la selección cubana, Rolando Acebal, al referirse a los cerrados triunfos de los debutantes Marcos Forestal (56 kg) y Luis Oliva (64).
Forestal venció a Muhammad Shehov en una sangrienta pelea que terminó 2-1 antes del tiempo reglamentario, mientras que Oliva superó 3-0 a Radjab Butaev en combate de fuerte intercambio.
"Es la primera vez que peleo a cinco asaltos y me mantuve fuerte. El ganador pudo haber sido cualquiera de los dos", comentó Oliva, quien sustituyó en el equipo al subcampeón mundial, Yasnier Toledo, sancionado por ausentarse a los entrenamientos.
Los otros triunfadores por la escuadra cubana fueron Yosbany Veitía (49), Ramón Luis (75) y Erislandy Savón (91), todos por 3-0, ante Bator Sagaluev, Andrey Efremenko y Victor Kuduhov.
Aunque siguió el patrón de los eventos profesionales, con modelos femeninas anunciando las peleas y pantallas gigantes, el espectáculo cultural diseñado por los organizadores fue suspendido, pues el gobierno cubano decretó tres días de duelo por la muerte del ex presidente sudafricano, Nelson Mandela.
La Serie Mundial prevé remuneraciones en metálico para sus participantes, un hecho inédito en el deporte cubano, tras 50 años de amaterurismo como política de Estado.