María Serrano debió enviar una hoja curricular y someterse a las preguntas del funcionario cubano Abel Derivet.
El Gobierno de Raúl Castro denegó la visa de la periodista española María Serrano, que trabaja para el diario La Razón y pretendía cubrir el XVI Festival del Habano que cada año se celebra en la capital cubana y que en esta ocasión tendrá lugar entre los días 24 y 28 del presente, según publicó el rotativo este miércoles 26 de febrero.
"El personal diplomático aseguró que la decisión venía directamente de La Habana, y precisaron que los procesos de solicitud de visado a los periodistas suelen alargarse", escribe la propia Serrano en la columna Internacional del periódico.
A inicios de febrero el jefe de Prensa de la embajada cubana en Madrid, Abel Derivet, exigió una hoja curricular y el sometimiento a una entrevista que sería enviada a La Habana, según relató María Serrano, quien agregó que en el encuentro con el funcionario él mismo indagó los motivos de su visita, temas a tratar a su regreso a España, así como la visión del diario ibérico sobre el régimen de los hermanos Castro.
Aunque los diplomáticos cubanos radicados en Madrid alegan que aún no hay una negativa, sino un "retraso", la publicación se puso en contacto con líderes opositores cubanos en la isla sobre el incidente. La vocera de las Damas de Blanco, Berta Soler Fernández, es citada por el diario, que declaró que "no es sorprendente" tal medida, aludiendo a ejemplos en el pasado reciente, donde "algunos incluso han tenido que salir en el mismo avión en el que habían entrado".
Por su parte, Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, relacionó el hecho con "la disposición del Gobierno cubano a la hora de aceptar los estándares internacionales".
En ese orden, La Razón publica las declaraciones del periodista cubano Luis Manuel García, radicado en la península. García afirmó: "No me extraña. Nada en Cuba parece raro, aunque cualquier persona con cinco dedos de frente se daría cuenta de que no es normal. Ellos censuran a la población censurando a la Prensa. No darían cobertura a un medio crítico que pueda proyectar lo que ocurre en Cuba o permitir que salga la información. Ocurre con todas las noticias".
Cuestionado sobre los supuestos cambios con Raúl Castro en el poder, el también narrador concluyó: "Desde la muerte del disidente Oswaldo Payá se han hecho reformas a las cuales se las quiere proyectar como un cambio, pero son reformas con tabúes. No se puede hablar de derechos democráticos. Como decía Payá, las personas tienen que tener derecho al derecho”.
Algunos medios de prensa alzaron su voz en julio pasado por lo que creen una "persecución a la libertad de Prensa del régimen castrista", ejemplificado en los casos de Mauricio Vicent y su imposibilidad de ver renovada su credencial como corresponsal de El País y la Cadena Ser.
Los argumentos del régimen fueron por haber ofrecido "una imagen parcial y negativa de la realidad cubana". En el mismo caso se encuentran Gary Marx, Stephen Gibbs y César González-Calero, los tres corresponsales de Chicago Tribune, BBC y El Universal de México, y sobre los cuales pesó la Resolución 182 del año 2006 que determina el ejercicio del periodismo por medio del Centro Internacional de Prensa.
"El personal diplomático aseguró que la decisión venía directamente de La Habana, y precisaron que los procesos de solicitud de visado a los periodistas suelen alargarse", escribe la propia Serrano en la columna Internacional del periódico.
A inicios de febrero el jefe de Prensa de la embajada cubana en Madrid, Abel Derivet, exigió una hoja curricular y el sometimiento a una entrevista que sería enviada a La Habana, según relató María Serrano, quien agregó que en el encuentro con el funcionario él mismo indagó los motivos de su visita, temas a tratar a su regreso a España, así como la visión del diario ibérico sobre el régimen de los hermanos Castro.
Aunque los diplomáticos cubanos radicados en Madrid alegan que aún no hay una negativa, sino un "retraso", la publicación se puso en contacto con líderes opositores cubanos en la isla sobre el incidente. La vocera de las Damas de Blanco, Berta Soler Fernández, es citada por el diario, que declaró que "no es sorprendente" tal medida, aludiendo a ejemplos en el pasado reciente, donde "algunos incluso han tenido que salir en el mismo avión en el que habían entrado".
Por su parte, Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, relacionó el hecho con "la disposición del Gobierno cubano a la hora de aceptar los estándares internacionales".
En ese orden, La Razón publica las declaraciones del periodista cubano Luis Manuel García, radicado en la península. García afirmó: "No me extraña. Nada en Cuba parece raro, aunque cualquier persona con cinco dedos de frente se daría cuenta de que no es normal. Ellos censuran a la población censurando a la Prensa. No darían cobertura a un medio crítico que pueda proyectar lo que ocurre en Cuba o permitir que salga la información. Ocurre con todas las noticias".
Cuestionado sobre los supuestos cambios con Raúl Castro en el poder, el también narrador concluyó: "Desde la muerte del disidente Oswaldo Payá se han hecho reformas a las cuales se las quiere proyectar como un cambio, pero son reformas con tabúes. No se puede hablar de derechos democráticos. Como decía Payá, las personas tienen que tener derecho al derecho”.
Algunos medios de prensa alzaron su voz en julio pasado por lo que creen una "persecución a la libertad de Prensa del régimen castrista", ejemplificado en los casos de Mauricio Vicent y su imposibilidad de ver renovada su credencial como corresponsal de El País y la Cadena Ser.
Los argumentos del régimen fueron por haber ofrecido "una imagen parcial y negativa de la realidad cubana". En el mismo caso se encuentran Gary Marx, Stephen Gibbs y César González-Calero, los tres corresponsales de Chicago Tribune, BBC y El Universal de México, y sobre los cuales pesó la Resolución 182 del año 2006 que determina el ejercicio del periodismo por medio del Centro Internacional de Prensa.