La Dama de Blanco Denia Fernández Rey fue detenida el pasado martes 10 de octubre en La Habana al bajarse de un avión a su regreso de España.
En la detención, que incluyó el arresto en el aeropuerto, el encierro en una unidad policial en La Habana y la deportación a Palma Soriano en Santiago de Cuba, bajo custodia policial, fue interrogada, amenazada y despojada de sus documentos (carnet de identidad y pasaporte), 440 euros y parte de su equipaje.
En entrevista con Martí Noticias, Fernández Rey, de 45 años de edad, responsabilizó a la Seguridad del Estado por lo sucedido y denunció las amenazas en su contra.
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“Bajándome del avión, ni siquiera llegué a las puertas de la Aduana, fui interceptada por un agente”, explica Fernández y precisa que le aseguraron que era por un asunto de rutina.
La activista, graduada en Economía, añadió que sobre las ocho de la noche la llevaron frente a un oficial identificado como “Michel”, que dice integrar el departamento 21 en La Habana, quien la condujo por la parte trasera de la terminal aérea hacia la Tercera Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
El interrogatorio en la estación policial comenzó con la misma violencia con las que son tratadas las activistas de manera cotidiana, afirmó Fernández. “Nunca hubo mujeres, uno de los guardias me empujó y me di un golpe con la esquina de la mesa. Me quitaron todos los documentos y me voltearon los bolsos y me preguntaron si yo había ido a incentivar a los españoles en contra del régimen de los Castro”.
En la foto (de izq a der.) la Dama de Blanco Bertah Bueno, Stephen Courtois, editor de "El Libro Negro del Comunismo", Denia Fernández Rey y Elena Larrinaga, del OCDH.
La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, dijo a Martí Noticias que Denia viajó a España para asistir al curso de Noviolencia impartido por asesores y activistas en el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid.
Agregó Soler que además de Fernández Rey, otras tres integrantes de Damas de Blanco: Yamile Bargés, Cecilia Guerra y Darsi Artiles, estaban invitadas al curso pero las autoridades cubanas les impidieron salir de Cuba.
Denia contó a Martí Noticias que permaneció por una hora encerrada en una oficina hasta que llegaron los oficiales con su equipaje, del cual ocuparon seis pares de zapatillas, dos pantalones, cuatro pulóveres y dos blusas, todas blancas.
“Supuestamente porque era para atraer a más Damas de Blanco al movimiento”, indicó.
La opositora dijo a Martí Noticias que fue conducida hasta La Coubre, la terminal de espera de ómnibus nacionales y luego viajó custodiada por un agente de la PNR hasta Bayamo, de allí fue llevada en una patrulla policial hasta Palma Soriano.
En la terminal de su municipio de residencia concluyó el suplicio de la activista de derechos humanos: “aquí es donde me quitan el pasaporte y el carné de identidad. Me amenazaron con que ya no iba a poder hacer una actividad más pues tenía ya 3 mil pesos de multa, preparados para mí, o prisión, que nos iban a meter presas”, finalizó.
Soler insistió en que ha aumentado la represión contra ellas y demás opositores en los últimos meses y lamentó que "el mundo no alza sus voces para frenar estas arbitrariedades del régimen y el departamento de Seguridad del Estado”.