Por John F. Lansing | 10 de octubre, 2018
Estoy profundamente preocupado por la repentina desaparición del periodista saudí y colaborador del Washington Post Jamal Khashoggi, y me sumo al llamado de los medios de comunicación, el gobierno y los funcionarios de derechos humanos para obtener información sobre su paradero.
Desafortunadamente, este incidente es parte de una creciente tendencia mundial de amenazas contra la prensa. Todos los días periodistas de todo el mundo, incluidos los que trabajan para las cinco redes de la Agencia de los Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM): Voz de América, Radio Free Europe / Radio Liberty, Office of Cuba Broadcasting, Radio Free Asia y Middle East Broadcasting Redes, enfrentan peligros simplemente por informar la verdad.
Los gobiernos corruptos y represivos de todo el mundo comparten un rasgo común: el deseo de controlar la información y suprimir los medios libres. Es por esto que se sienten amenazados por los periodistas independientes y, a menudo, criminalizan su indispensable trabajo.
A nadie, especialmente a los gobiernos, se les debe permitir silenciar a los periodistas. USAGM, como Khashoggi, entiende que un mundo informado es un mundo más seguro, y es un requisito previo para que la democracia funcione.