Las causas de todos estos incumplimientos productivos apuntan en una misma dirección: la falta de recursos para importar los insumos, semillas, fertilizantes y plaguicidas, que se requieren para desarrollar los cultivos y garantizar su cosecha.
Además de que este año no habrá papas para todos los cubanos tampoco alcanzarán los frijoles y mucho menos los garbanzos.
Las malas noticias sobre el pésimo desempeño de la agricultura cubana emergen una tras otras en los recovecos de la prensa oficial, en ocasiones ocultas detrás de titulares plagados de falso optimismo.
Hace dos semanas el diario Juventud Rebelde adelantaba, sin mayores precisiones, que la cosecha de papa sería de 65,000 toneladas según, Gilberto Díaz, jefe de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura.
El lunes el semanario Trabajadores fue más contunde y anunció que este año “la papa no alcanza para todos”, como consecuencia de la drástica reducción de la siembras.
Este martes el Ministerio de Agricultura informó a la prensa nacional que la provincia de la Las Tunas “no podrá entregar as dos mil toneladas de frijol destinadas a la canasta básica ni la de garbanzo comprometido para el resto del país, volumen que será sustituido por importaciones, informan medios locales”.
Las causas de todos estos incumplimientos productivos apuntan en una misma dirección: la falta de recursos para importar los insumos, semillas, fertilizantes y plaguicidas, que se requieren para desarrollar los cultivos y garantizar su cosecha.
Dicho de otro modo, son las mismas causas financieras que han afectado a la economía cubana, desde que la isla perdió los subsidios soviéticos, sumadas a las ineficiencias propias del sistema, que suman medio siglo.
Los campesinos tuneros citados por la prensa local afirman que “fuertes e inusuales lluvias, altas temperaturas y otros factores” provocaron la pérdida de 800 hectáreas sembradas de frijoles y garbanzos en la provincia.
Los “otros factores” tienen nombre y apellido, encubiertos bajo el llamado “paquete productivo”, prometido a los campesinos por el ministerio de Agricultura en la región.
No llegaron a tiempo los plaguicidas necesarios que afectaron la cosecha, además de la falta de fertilizantes, y la baja calidad de las semillas empleadas.
El cultivo de la papa adolece de las mismas carencias. “El incremento de los costos de los insumos en el mercado mundial, fundamentalmente los que necesita este cultivo, entre estos los fertilizantes, plaguicidas, semilla y sacos”, ha obligado a reducir las tierras dedicadas a la siembra del principal vegetales de la dieta de los cubanos, según dio a conocer Gilberto Díaz, jefe de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura.
El área sembrada para esta cosecha es el 57,3 % de la anterior, que fue muy inferior a las que se realizaban antes del 2010; y es solo el 17,4 % de la mayor (1990), indicó el funcionario.
A pesar de esa drástica disminución del área cultivada, los gastos de esta cosecha de papas rondan los 15 millones de dólares, de los cuales unos 4 millones 400 mil corresponden a la semilla importada, indicó el semanario Trabajadores.
La otra mala noticia es que en el futuro la papa seguirá faltando en los hogares cubanos, “porque en el futuro se mantendrán similares cantidades de áreas que este año”, dijo Trabajadores en el artículo titulado Añoranza por la papa.
Las malas noticias sobre el pésimo desempeño de la agricultura cubana emergen una tras otras en los recovecos de la prensa oficial, en ocasiones ocultas detrás de titulares plagados de falso optimismo.
Hace dos semanas el diario Juventud Rebelde adelantaba, sin mayores precisiones, que la cosecha de papa sería de 65,000 toneladas según, Gilberto Díaz, jefe de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura.
El lunes el semanario Trabajadores fue más contunde y anunció que este año “la papa no alcanza para todos”, como consecuencia de la drástica reducción de la siembras.
Este martes el Ministerio de Agricultura informó a la prensa nacional que la provincia de la Las Tunas “no podrá entregar as dos mil toneladas de frijol destinadas a la canasta básica ni la de garbanzo comprometido para el resto del país, volumen que será sustituido por importaciones, informan medios locales”.
Las causas de todos estos incumplimientos productivos apuntan en una misma dirección: la falta de recursos para importar los insumos, semillas, fertilizantes y plaguicidas, que se requieren para desarrollar los cultivos y garantizar su cosecha.
Dicho de otro modo, son las mismas causas financieras que han afectado a la economía cubana, desde que la isla perdió los subsidios soviéticos, sumadas a las ineficiencias propias del sistema, que suman medio siglo.
Los campesinos tuneros citados por la prensa local afirman que “fuertes e inusuales lluvias, altas temperaturas y otros factores” provocaron la pérdida de 800 hectáreas sembradas de frijoles y garbanzos en la provincia.
Los “otros factores” tienen nombre y apellido, encubiertos bajo el llamado “paquete productivo”, prometido a los campesinos por el ministerio de Agricultura en la región.
No llegaron a tiempo los plaguicidas necesarios que afectaron la cosecha, además de la falta de fertilizantes, y la baja calidad de las semillas empleadas.
El cultivo de la papa adolece de las mismas carencias. “El incremento de los costos de los insumos en el mercado mundial, fundamentalmente los que necesita este cultivo, entre estos los fertilizantes, plaguicidas, semilla y sacos”, ha obligado a reducir las tierras dedicadas a la siembra del principal vegetales de la dieta de los cubanos, según dio a conocer Gilberto Díaz, jefe de Cultivos Varios del Ministerio de la Agricultura.
El área sembrada para esta cosecha es el 57,3 % de la anterior, que fue muy inferior a las que se realizaban antes del 2010; y es solo el 17,4 % de la mayor (1990), indicó el funcionario.
A pesar de esa drástica disminución del área cultivada, los gastos de esta cosecha de papas rondan los 15 millones de dólares, de los cuales unos 4 millones 400 mil corresponden a la semilla importada, indicó el semanario Trabajadores.
La otra mala noticia es que en el futuro la papa seguirá faltando en los hogares cubanos, “porque en el futuro se mantendrán similares cantidades de áreas que este año”, dijo Trabajadores en el artículo titulado Añoranza por la papa.
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