Los protectores de animales cubanos están indignados luego de que saliera a la luz, en San José de las Lajas, provincia Mayabeque, una matanza de perros llevada a cabo por varias personas con el objetivo de vender la carne.
“Hay muchas personas que creen que esto es debido a la hambruna en Cuba. No creo que sea así. Sí hay una hambruna en Cuba, pero estos delincuentes no lo hicieron para consumo propio, sino para vender la carne del animal como cerdo o carnero; lo hicieron para lucrar”, indicó a Martí Noticias desde Santi Spíritus el animalista Dennis Valdés Pilar.
En una publicación en Facebook, el Ministerio de Agricultura (MINAGRI) se pronunció este viernes sobre la actividad criminal y prometió el máximo rigor de la ley contra los ejecutores.
La entidad gubernamental informó que está realizando "las investigaciones correspondientes" a través del Centro Nacional de Sanidad Animal (CENASA).
Hasta el momento, han sido detenidos tres hombres, pero se estima que habría otros implicados en el hecho.
“En Cuba no hay cultura de consumo de perros ni de gatos y mucha gente está indignada. Es verdad que en el período especial pasó, prácticamente, lo mismo. La gente, por meterse 10 pesos en el bolsillo hace cualquier cosa”, señaló Valdés Pilar.
En algunos países, la carne de perro o de gato forma parte de la dieta alimenticia y hay un sin número de recetas que las utilizan.
A principios de la década de los 90, cuando Cuba entró en el llamado Período Especial, después de la caída del campo socialista, se hablaba bastante entre la población sobre el sacrificio de gatos para paliar el hambre, pero tales rumores nunca fueron confirmados por las autoridades.
“Hemos denunciado personas que han matado perros y gatos, que lo publican como si fueran trofeos, para consumo personal, pero ya esto de matar docenas de perros y gatos y venderlos como carne se va de las manos. Es un acto bastante cruel”, afirmó el animalista.
La Organización Mundial de la Salud alerta que el consumo de carne de perro plantea riesgos para la salud de los humanos ante la posibilidad de contraer triquinosis, cólera o rabia.
“Lo que más nos molesta a nosotros es que las penas por estos delitos quedan en multas. Lo estuve repitiendo durante años desde que se aprobó la Ley de Bienestar animal, que no estaba completa. Tampoco hay penas de cárcel para maltratadores de animales” añadió Valdés Pilar.
Al respecto, el abogado cubano residente en Canadá Eloy Viera Cañive explicó a Martí Noticias que no hay ningún delito que califique para el maltrato animal dentro del Código Penal nuevo.
“Lo más cercano que hay en el Código Penal es ese delito de juegos prohibidos que sanciona única y exclusivamente el maltrato animal que se produce como resultado de la celebración de juegos prohibidos, pero que lo que se sanciona no es el maltrato en sí mismo, sino el juego prohibido”.
“Nunca se ha hecho en la práctica cubana, pero hay muchos juristas que dicen que sí, que puede ser un delito, considerar el maltrato animal como un delito de Daños porque se entiende a los animales como un bien particular de una persona y, por tanto, dañarlos dolosamente o voluntariamente pudiese constituir un delito de daños”, señaló el jurista.
Pero Viera Cañive advirtió que para que se tipifique un delito de Daños, éste tiene que ser de considerable valor: “y ahí habría que entrar a analizar, qué cosa es de considerable valor o si un animal, un perro sato, es de considerable valor, desde el punto de vista patrimonial o no; o si es de considerable valor desde el punto de vista espiritual, pero es que el código no se refiere a valor sentimental”.
“Además, habría que ver si las autoridades cubanas quieren, por vez primera, sancionar a unas personas por un delito de Daños por maltrato animal como este que vimos. En cuanto a ley se refiere, lo único que tienen es el Decreto Ley de Bienestar animal, que lo que establece son multas, o sea, contravenciones para aquellos que maltraten los animales”, subrayó.
El Decreto Ley de Bienestar Animal solo prevé multas de entre 500 hasta 4,000 pesos cubanos para las personas jurídicas que maltraten, impulsen peleas o le provoquen la muerte a cualquier animal.
Los delitos previstos en el Código Penal que podrían enfrentar los autores de la matanza de perros estarían relacionados con la venta ilegal de carne y la transgresión de normas de sanidad.
El académico Sergio Angel Baquero, director de la organización Food Monitor Program, que investiga el impacto socioeconómico de las políticas alimentaria en contextos autoritarios, manifestó que “este lamentable hecho no habla solamente de delincuencia, deshumanización e inseguridad alimentaria, hay varios puntos graves que tratar y que no se despejan tan fácilmente con declaraciones de organismos oficiales como el Ministerio de Agricultura o el Centro Nacional de Sanidad Animal”.
Food Monitor Program ha reportado hechos sobre la caza, venta y consumo de carne de gatos en Cuba, detalló Baquero, aludiendo a que la mayoría de la escasa carne que consumen los cubanos procede del mercado informal debido los altos precios de ese producto en los establecimientos estatales y de cuentapropistas.
“La necesidad, el desconocimiento de lo que se adquiere, así como la superstición, han hecho frecuente este tipo de hechos que no se deben considerar aislados, y que tienen causas y consecuencias más amplias. El protagonismo del mercado negro y de redes alternas de suministro, así como de la distribución a granel de alimentos normados, ha naturalizado en los cubanos el consumo de alimentos sin información de procedencia, contenido o fecha de caducidad”, precisó el experto.
“Son las familias, en condición de vulnerabilidad, las más expuestas a estos eventos. Además, la profunda crisis económica que se vive en Cuba tiene una grave naturaleza criminógenica donde las convenciones éticas y morales se van disolviendo y aumenta la delincuencia, el oportunismo y la deshumanización”, agregó.
Baquero considera este hecho una expresión multifactorial de la grave crisis que afecta a la sociedad cubana, "tanto desde la inseguridad alimentaria como desde la precarización de convenciones sociológicas que deben acompañar a cualquier sociedad estructurada”, puntualizó.
Animalistas marchan por el "Día del Perro"
Este 14 de abril, en medio de la indignación por lo sucedido, se celebró en La Habana la marcha anual por el Día del Perro”, en el que los animalistas cubanos rinden homenaje al que es llamado “el mejor amigo del hombre”.
“No llegábamos a 100 personas y, además, la mitad de las personas que había eran de la Seguridad del Estado. Había mucho control, nos limitaron el horario. Es decir, nos sacaron del cementerio”, lamentó en conversación telefónica con Martí Noticias la protectora de animales Betty Batista.
“Vivimos en Cuba sin derechos para los humanos, pero igual somos animalistas. Es una actividad que se hace todos los años en homenaje a Jeannette Ryder”.
La estadounidense Jeannette Ryder fue fundadora de la Sociedad Protectora de Niños, Animales y Plantas, también conocida como el Bando de Piedad, en 1906. Murió en Cuba en 1931 y fue enterrada en el Cementerio Colón. Su tumba es conocida como la "Tumba de la Lealtad", porque después de su muerte, su perro Rinti yacía a los pies de la tumba y se negó a comer y a beber hasta que murió.
“Igual coincide con este hecho tan criminal y eso es lo que los asusta ellos, porque el decreto bienestar animal es ineficaz, no cumple las expectativas de nosotros, los animalistas”, recalcó Batista.