Si la salud lo acompaña a lo largo de su carrera, Yordán Alvarez podría dejar para la historia números válidos para ser considerado el mejor pelotero cubano que haya pasado por las Grandes Ligas.
Su disciplina en el plato, su fuerza descomunal y la capacidad de dirigir la pelota hacia todas las bandas del terreno, hacen del gigante de Las Tunas uno de los batedores más temibles de todo el béisbol en la actualidad.
No por gusto, su manager en los Astros de Houston, el experimentado Dusty Baker, aseguró, apenas lo vio, que era lo más parecido a Barry Bonds, el líder histórico en jonrones en las Mayores, a quien dirigió por diez temporadas en San Francisco.
Entre el lunes 28 de agosto y el domingo 3 de septiembre, Yordán tuvo una semana de aquellas, en modo demolición, donde se le hizo un enigma a los lanzadores rivales.
En 21 turnos, disparó diez cohetes, para un average de .476, con tres carreras anotadas y cinco impulsadas.
Como extrabases, conectó dos dobletes y par de jonrones, para un slugging de .857.
Desde el último juego de la serie de los Astros ante los Tigres de Detroit, el domingo pasado, hasta el segundo partido ante los Medias Rojas de Boston, el martes, Alvarez estableció una seguidilla de embasamiento de diez turnos consecutivos.
En esa racha ligó cuatro sencillos, dos dobletes, dos jonrones y par de bases por bolas.
Luis Robert, patrullero central de los Medias Blancas de Chicago, es una de las pocas notas positivas en la fracasada campaña del equipo.
Robert se fue de 15-7 en los últimos siete días (.467), con una anotada, par de remolques, un biangular, un bambinazo y slugging de .733.
Con ese jonrón llegó a 35, la segunda cifra más alta de toda la Liga Americana, detrás del líder, el japonés Shohei Ohtani, quien lleva 44.
El derecho habanero Johan Oviedo tuvo esta semana dos aperturas desde la lomita de los Piratas de Pittsburgh y en la primera de ellas, ante los Reales de Kansas City, logró la primera blanqueada de su carrera, al permitir apenas dos hits, con cinco ponches, en nueve entradas completas.
En total, Oviedo inició dos partidos y trabajó en total 12.2 innings, con tres limpias toleradas, siete abanicados, ocho pasaportes, efectividad de 2.13 y balance de un triunfo y una derrota.
Otro que brilló desde el montículo fue el cerrador pinero Raisel Iglesias, de los Bravos de Atlanta.
En los últimos siete días salió a laborar en cuatro ocasiones y en cuatro episodios limitó la ofensiva rival a dos imparables, con cuatro ponches, efectividad inmaculada de 0.00 y se anotó tres salvamentos, para llegar a 28 en la contienda.
Frío, frío
El patrullero derecho de los Rangers de Texas tuvo una semana agridulce, pues apenas ligó cuatro hits en 23 turnos, para un anémico average de .174, y se ponchó en diez oportunidades.
Sin embargo, sus pocos batazos fueron muy oportunos, dos de ellos cuadrangulares, que sirvieron para impulsar seis carreras.
De esta manera, “El Bombi” llegó a 100 remolcadas por segunda vez en su carrera y recuperó el liderazgo de ese departamento en el joven circuito.
Y el santiaguero Oscar Luis Colás, de los Medias Blancas, no logra estabilizarse en su primer año en las Mayores.
Esta semana sólo consiguió dos hits en 22 turnos (.091) y abanicó en seis ocasiones.
(Puedes seguir a Jorge Morejón en @labolanostra)