El próximo martes, 24 de mayo, el Consejo de Gobierno del Departamento de Antioquia, en Colombia, analizará el tema de los migrantes varados en el territorio y trazará un plan de acción para contener la crisis, dijo a la prensa local la secretaria de Gobierno, Victoria Eugenia Ramírez.
La orientación que ha dado el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, es garantizar la vida de los extranjeros y el bienestar e integridad de los menores de edad, añadió Ramírez.
La funcionaria dijo que a la reunión del martes acudirán representantes de Migración Nacional, el alcalde de Turbo y organismos de Seguridad del Departamento de Urabá, “porque este tema es de carácter nacional, sin embargo a Antioquia le compete mantener el orden en la región”, subrayó.
Según Ramírez, la solución al problema es “deportar a los migrantes”, pero mientras permanecen en la localidad hay que “protegerlos de los coyotes” y evitar que pongan en riesgo sus vidas.
El director General de Migración Colombia, Christian Krüger, informó el viernes de la deportación a sus países de origen de 300 migrantes que permanecían de forma irregular en Turbo. Los extranjeros provienen de Cuba, Haití, Senegal, Ghana y Congo.
Krüger advirtió que los migrantes seguirán llegando, y que la medida seguirá siendo deportarlos.
Cubanos no pierden la esperanza de llegar a EEUU
En un albergue improvisado dentro de una bodega en Turbo, cerca de 200 cubanos se resisten a la idea de ser deportados, y no pierden las esperanzas de continuar su travesía hacia Estados Unidos.
La situación se ha tornado difícil para ellos, y para las autoridades locales, que no cuentan con recursos suficientes para atender un flujo continuo de migrantes irregulares.
“Los migrantes siguen llegando. Los haitianos y africanos salen en dos días, sin embargo los cubanos que siguen entrando no abandonan el sitio. La comunidad dispuso de una bodega donde se les provee agua y alimento”, dijo a RCN Radio el secretario de Gobierno de Turbo, Emelías Muñoz.
Las autoridades locales han pedido el concurso del Gobierno colombiano para ayudar a los migrantes, pero hasta ahora no han recibido una respuesta. Los isleños sobreviven gracias a la solidaridad de los vecinos, que proveen agua y comida.
Javier Alejandro Lavarte, un cubano que lleva cerca de 20 días en Turbo, dijo a RCN que prefiere la muerte antes que volver a Cuba, pero aclaró que su intención no es quedarse en Colombia.
“No queremos seguir siendo molestados por ninguna entidad, nosotros somos pacíficos, no le hacemos daño a nadie. No queremos problemas. Queremos que se nos ayude, sencillamente, queremos llegar a Estados Unidos”, dijo.
Joel Ríos Jiménez, uno de los migrantes que está en el albergue, dijo a Semana.com que funcionarios de Migración Colombia los están incitando (a los cubanos) a seguir su camino y abandonar Turbo.
“Quieren que nos subamos a un camión, pero no nos dicen adónde nos van a llevar. Los cubanos queremos continuar el viaje. No hemos cometido ningún delito. Migración está violando leyes. Nos estaban incitando a coger la selva para morirnos en la selva, nos decían que nos largáramos de Turbo”, denunció Ríos.