La boxeadora cubana Namibia Flores abandonó la isla rumbo a Estados Unidos en marzo de este año, porque su amor por el boxeo es más grande que cualquier otro sentimiento y su "meta final" es llegar a "ser campeona olímpica".
El boxeo femenino está prohibido en Cuba, algo que la hace sentir frustrada, porque en la isla se practican otros deportes "fuertes" como la lucha, el judo, el taekuondo y el karate.
En entrevista con la BBC, Namibia señaló que "ahora, puedo entrenar más serio y voy a demostrarme yo misma que no fue por gusto tantos años de sacrificio (en Cuba), de entrenamiento en vano. Voy a demostrarle al mundo que soy una campeona y que puedo, y que la mujer sí puede".
Manifestó que "existieron otras muchachas que quisieron integrarse, pero como no lo aprueban se fueron. Y es bien frustrante porque nosotras sabemos que el boxeo cubano es muy bueno y que podemos representar también al país y que podemos hacer igual (que los hombres) y que podemos boxear, y que digan que no".
Namibia dijo que en Cuba ella entrenaba en un gimnasio para hombres. "Hago los mismos ejercicios que hacen los hombres, la misma técnica. Hago las escuelas de combate con los hombres que tengan mi peso (…) Tuve la oportunidad de entrenar un mes con la selección nacional juvenil de boxeo y hacer sparring con ellos".
"Me siento un poco triste, pero a la vez me siento con más fuerza porque ya sé que ahora sí, todo lo que en el pasado hice ahora lo puedo convertir en realidad", dijo Namibia tras analizar que ahora sus triunfos llegarán bajo otra bandera, que no será la cubana.
Por primera vez en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, las mujeres compitieron en boxeo en peso mosca, ligero y mediano.
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