Estados Unidos y Cuba continuaron este lunes su ronda de reuniones técnicas de las últimas semanas con una reunión sobre colaboración en la prevención y lucha contra el lavado de activos.
"ICE encabezó un intercambio técnico sobre lavado de dinero el 12 de febrero, donde los participantes discutieron los esfuerzos para denegar a los delincuentes los refugios financieros en el exterior", confirmó a Martí Noticias la oficina de prensa del Departamento de Estado.
"Estas reuniones brindaron la oportunidad de abordar temas que promueven los intereses de los Estados Unidos y el pueblo cubano", agrega la nota.
De acuerdo con la parte cubana el encuentro "transcurrió en un clima de respeto y profesionalidad".
En ese diálogo, se abordaron "las tendencias de este flagelo a nivel regional, las principales experiencias en el enfrentamiento al lavado de activos y los próximos pasos que se adoptarían para avanzar en la colaboración bilateral sobre esta materia", explica una nota de la Embajada de Cuba en Washington.
Los representantes de Cuba "enfatizaron la necesidad de incrementar la cooperación entre las autoridades de ambos países para garantizar el enfrentamiento efectivo a esta modalidad delictiva", señala el comunicado de La Habana.
"Ambas partes coincidieron en que se requiere actuar con determinación contra este tipo de hechos" y sus autores "y hubo consenso en que no puede permitirse la impunidad", agrega.
La delegación cubana la integraron representantes del Ministerio del Interior, el Banco Central de Cuba, la Fiscalía General y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por la parte estadounidense participaron funcionarios de los Departamentos de Seguridad Nacional, Justicia, Estado, Salud y Servicios Humanos y Tesoro.
Ambas partes "acordaron continuar los encuentros técnicos sobre el tema en el futuro y coordinar acciones que contribuyan al enfrentamiento efectivo del lavado de dinero", según la nota cubana.
Las relaciones de Estados Unidos y Cuba pasan por un momento delicado desde que el Gobierno estadounidense acusó al cubano de no garantizar, conforme a la Convención de Viena, la seguridad de sus diplomáticos estacionados en la isla. De ellos, 24 fueron víctimas de extraños ataques selectivos entre noviembre 2016 y agosto de 2017, con graves afectaciones para su salud.
Como consecuencia, Estados Unidos dejó un personal mínimo en su embajada en La Habana desde septiembre pasado, y expulsó de Washington a un número proporcional de funcionarios de la legación cubana.
(Con información de EFE y el Departamento de Estado)