Fidel Castro, quien cumplirá 90 años en agosto, asistió este martes a la clausura del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y ocupó una silla principal junto a su hermano Raúl en la mesa presidencial del evento.
La aparición de Castro fue ovacionada de pie por los delegados al congreso e invitados que se reunieron desde el sábado en el Palacio de Convenciones, según refirieron los medios estatales, ya que, como es habitual, el congreso comunista se celebró sin acceso a la prensa extranjera.
"¿Por qué me hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? (…) Simplemente hablo para que se comprenda mejor que no soy ignorante, extremista, ni ciego, ni adquirí mi ideología por mi propia cuenta estudiando economía", dijo Fidel Castro leyendo un breve texto.
Asegurando que "pronto seré ya como todos los demás", Fidel Castro reconoció que "a todos nos llegará nuestro turno", aunque advirtió que "quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos".
Es la segunda vez que Fidel Castro, quien se desplaza muy pocas veces fuera de su vivienda, es visto en público en los últimos 11 días, tras hablar en una escuela el 7 de abril.
Un congreso previsiblemente unánime
El Congreso del PCC, órgano que rige el Gobierno de Cuba, aprobó siempre por unanimidad el rumbo de la isla comunista para los próximos cinco años, sin cambios significativos en el camino trazado hasta ahora.
La Constitución vigente en la isla desde 1976 reconoce al PCC como "la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado", a la que se subordina el Gobierno y la Asamblea Nacional del Poder Popular o Parlamento.
Raúl Castro afirmó en la clausura que éste será "el último dirigido por la generación histórica" de la Revolución.
"La generación histórica entregará a los pinos nuevos las banderas de la Revolución y el socialismo sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo, con el orgullo del deber cumplido", aseguró Castro.
Raúl Castro, de 84 años y José Ramón Machado Ventura, de 85, fueron reelectos como primer y segundo secretario del PCC, respectivamente.
"Agradezco el honor que significa haber sido elegido, por segunda vez, Primer Secretario del Comité Central del PCC, con la certeza de que mi misión principal es defender, preservar y continuar perfeccionando el socialismo cubano y no permitir jamás el retorno al capitalismo", afirmó.
En el selecto grupo del Buró Político, permanecen: Ramiro Valdés Menéndez, 84 años, comandante de la Revolución; Leopoldo Cintra Frías, 75 años, ministro de las Fuerzas Armadas; y Ramón Espinosa Martín, 77 años, viceministro del MINFAR.
José Ramón Balaguer Cabrera, 81 años, se mantiene como uno de los cinco miembros del Secretariado, junto a Abelardo Álvarez Gil, de 84, del aparato burócrata del Partido.
En el Comité Central fueron ratificados los viejos miembros de la guerrilla y la subversión de la década del 50: Julio Camacho Olivera, 92 años; José Ramón Fernández Álvarez, 92 años; Faure Chomón Mediavilla, 90 años; Carlos Fernández Gondín, 87 años; Guillermo García Frías, 91 años; Armando Hart Dávalos, 88 años; Antonio Enrique Lussón Batlle, 86 años; Ramón Pardo Guerra, 87 años; Joaquín Quinta Solás, 78 años; Samuel Rodríguez Planas, 78 años; y Romárico Sotomayor García, 78 años.
El congreso aprobó una norma que limita a 70 años la edad máxima para ejercer cargos de dirección del PCC, aunque la nueva disposición sólo regirá después de 2021.
El Congreso también amplió de 116 a 142 los miembros del nuevo Comité Central, con un promedio de edad de 54.5 años, el 44% de ellos mujeres y un 36% de negros y mestizos, según datos oficiales.