La cosecha de café cubano comenzó este mes con pronósticos de que podría quedar por debajo de las 6.100 toneladas alcanzadas en la campaña anterior, pese a cinco años de esfuerzos para mejorar una producción estancada en los últimos años a niveles sin precedentes en un siglo.
En el este de Cuba, donde se cultiva más del 85 por ciento del café que produce la isla, dos de las cuatro provincias productoras han pronosticado que la cosecha tendrá pocos cambios respecto al pasado año. Sin embargo, la provincia de Guantánamo -segunda productora del país después de Santiago de Cuba- ha pronosticado una caída del 33 por ciento en su producción.
La agencia estatal de prensa AIN dijo en un reporte desde Guantánamo que "el estimado de recogida de la actual temporadare presenta alrededor del 67 por ciento del total acopiado en la cosecha precedente".
"Los campesinos y trabajadores agrícolas de los ocho municipios cafetaleros de la provincia de Guantánamo están inmersos actualmente en la cosecha 2014-2015, cuyos volúmenes disminuirán de manera apreciable respecto a la zafra anterior",dijo Rafaela Díaz Velázquez, directora del Centro de Gestión del grupo Empresarial de Montaña a la AIN. Esta provincia reportó una cosecha de 1.100 toneladas en la zafra 2013-2014.
Solo la provincia de Granma, la tercera que más produce en el país, ha pronosticado un aumento de la producción pero no brindó cifras. La cosecha en Cuba comienza en septiembre y culmina en enero, y la recolección de los granos se concentra en octubre y noviembre. El café es una bebida muy popular en la isla, que tiene un consumo nacional del 42 por ciento por encima del promedio internacional.
Analistas locales sostienen que entre 10 y 20 por ciento de la cosecha se desvía al mercado negro, a pesar de los recientes aumentos en los precios estatales para frenar la venta ilegal.
Cuando se produjo el triunfo de la revolución encabezada por Fidel Castro en 1959 la isla producía unas 60.000 toneladas de café, pero la producción ha disminuido constantemente desde entonces. Raúl Castro, que reemplazó en la presidencia a su hermano Fidel en el 2008, ha señalado que el café debe tener la máxima atención.
El Estado ha arrendado cafetales abandonados a cientos de personas para cultivar café en los últimos años, y casi ha triplicado el precio que paga a los agricultores por sus granos.