Experto anticipa que también podría plantear una controversia. Han hallado siete contenedores. Capitán del barco se hizo cortada en el cuello y la tripulación ofreció resistencia.
Un experto consultado por el diario panameño La Prensa señaló que el Gobierno de Cuba estaría en principio obligado a acatar cualquier resolución que adopte el Consejo de Seguridad si éste determina que violó el embargo de armas impuesto a Corea del Norte con el envío al régimen de Pyongyang del cargamento de material de guerra hallado en el buque “Chong Chon Gang”, y detenido en Panamá.
Pero La Habana también podría plantear una controversia ante el sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), indicó Marcelo Kohen, miembro asociado del Instituto de Derecho Internacional y profesor de derecho internacional en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales y Desarrollo con sede en Ginebra, Suiza.
Kohen, que ha sido abogado y defensor de varios Estados ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, detalló que el organismo del sistema de Naciones Unidas encargado de revisar el caso es el Consejo de Seguridad, que tiene un grupo de expertos en la materia y además creó un comité de seguimiento a las sanciones impuestas a los países miembros, entre estos, Corea del Norte.
“Es el Consejo de Seguridad el que podrá determinar si Cuba respetó o no las resoluciones, y las medidas a tomar al respecto”, indicó. “Lógicamente, Cuba puede estimar que no incumplió tales resoluciones y podría surgir una controversia entre Cuba y las Naciones Unidas si el Consejo de Seguridad estima lo contrario”, acotó.
En el caso de que se plantee una controversia, precisó que “no hay mecanismos judiciales abiertos para resolver la cuestión”, por lo que, como se dijo, Cuba estará obligada a acatar el dictamen del Consejo de Seguridad.
Por su parte el portavoz de la ONU Martin Nesirky indicó que “si se confirma que el buque transportaba armas y/o materiales afines, y el envío era parte de una compra o venta, a o desde la República Popular Democrática de Corea, entonces eso sería ciertamente una violación del régimen de sanciones en relación con ese país”.
LA PAPA CALIENTE
Mientras tanto el titular de Exteriores de Panamá, Fernando Núñez Fábrega, presentó un informe que argumenta por qué su país se vio obligado a revisar la carga del buque norcoreano.
El informe cita las cuatro resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad sobre Corea del Norte y su programa nuclear. La primera, de 2006, incluye la obligación de los Estados miembros de la ONU de “impedir el suministro, la venta o la transferencia directa e indirecta a Corea del Norte a través de sus territorios de un listado de armas convencionales y materiales”.
La de 2009, en cambio, exhorta a los integrantes de la ONU a “que inspeccionen”, en sus puertos marítimos, terrestres y aéreos, “toda la carga que esté destinada” a Corea del Norte o que “proceda de ese país”, en caso de que el Estado tenga “información que ofrezca motivos para creer que la carga contiene artículos cuyo suministro, venta, transferencia o exportación se prohíbe” en las resoluciones del foro mundial.
El canciller Núñez Fábrega dijo en la conferencia de prensa que el problema de los cubanos fue que no vieron el riesgo que estaban traspasando a otra nación. “Estuvimos en diálogo con autoridades cubanas. Ellos simplemente quizá no vieron el peligro que estaban ocasionando a naciones amigas”.
El ministro aclaró que “no ha habido un problema entre Panamá y Cuba. El problema es que al mandar esa carga no declarada en una nave coreana, a través de las aguas panameñas, obviamente se la ha tenido que interceptar en cumplimiento” del mandato de la ONU.
CONTINÚAN INSPECCIONES
Las autoridades de Panamá hallaron otros cinco contenedores en el barco norcoreano en el que ya habían descubierto dos con "material bélico" no declarado procedente de Cuba, informó este viernes a la agencia Efe un alto funcionario de Seguridad.
"Tenemos avistados cinco" contenedores, que se encuentran en la misma bodega del mercante "Chong Chon Gang" en la que el lunes pasado se encontraron los primeros dos, declaró el director del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panam, el comandante Belsio González.
En una conversación telefónica desde el barco, González confirmó que hasta ahora solo se ha revisado una de las cuatro bodegas del mercante, que según reveló el Gobierno de Cuba el martes, transporta 240 toneladas métricas de equipos militares "obsoletos" que iban a Corea del Norte para ser "reparados y devueltos" a la isla caribeña.
EL ABORDAJE
Otra fuente local del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, contó a la agencia AP que la operación de abordaje comenzó el miércoles 10 de julio, cuando el buque estaba unos 15 kilómetros al norte del rompeolas del puerto de Colón.
Uniformados del Senan y funcionarios de la Fiscalía Primera de Drogas fueron los primeros en abordar, con información previamente aportada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que sugerían que el buque llevaba drogas.
En los tres primeros días de inspección, sin embargo, los funcionarios no encontraron nada, aunque si detectaron “algo extraño” en el manifiesto, “que no nos decía qué tipo de carga llevaba”.
La fiscalía ordenó entonces llevar el buque a los muelles de Manzanillo el sábado. “Desde que les dijimos que nos íbamos a mover a puerto, desconectaron el sistema eléctrico del barco [y] tuvimos que cortar el ancla [para poder desplazar el buque], porque ellos no estaban colaborando”, precisó Ramón López, jefe de Operaciones del Senan, citado por La Prensa.
Según el funcionario, el capitán causó el momento de mayor tensión cuando entró de repente a un baño y al salir amenazó con suicidarse cortándose el cuello con una navaja. “Se hizo una pequeña cortada en el cuello, que fue más un rozón [...] Había un cabo nuestro al lado y pudo neutralizarlo y evitar que pasara a mayores [...]. Fue en ese momento cuando los otros marineros se alteraron y amotinaron, por lo que tuvimos que separarlos”, explicó López.
Mientras llevaban al capitán al hospital de Colón, el resto de la tripulación –integrada por 34 norcoreanos– “se puso a gritar y a golpear la mesa, las paredes del barco, como exigiendo que los liberáramos [...] Pero no estaban esposados ni detenidos. Los habíamos separado por seguridad”.
Los tripulantes norcoreanos se han acogido a su derecho de no declarar, ni siquiera con la asistencia de abogados.
DESTINO CERCANO
Sobre el destino de la carga, descrita por la cancillería cubana como obsoleta, el expresidente de Colombia ÁlvaroUribe informó ayer, a través de su cuenta de Twitter, que maneja una información según la cual el cargamento no iba a Corea del Norte, sino a Ecuador, y que una parte se quedaría en su país para ser probablemente entregada a las FARC.
Uribe confirmó lo anterior a una radioemisora colombiana, defendió la confiabilidad de su fuente y dijo que pondrá la información a disposición de la Procuraduría de Justicia para que la investigue.
El ex mandatario colombiano se preguntó por qué si las armas eran obsoletas las iban a mandar a reparar.
Pero La Habana también podría plantear una controversia ante el sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), indicó Marcelo Kohen, miembro asociado del Instituto de Derecho Internacional y profesor de derecho internacional en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales y Desarrollo con sede en Ginebra, Suiza.
Kohen, que ha sido abogado y defensor de varios Estados ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, detalló que el organismo del sistema de Naciones Unidas encargado de revisar el caso es el Consejo de Seguridad, que tiene un grupo de expertos en la materia y además creó un comité de seguimiento a las sanciones impuestas a los países miembros, entre estos, Corea del Norte.
“Es el Consejo de Seguridad el que podrá determinar si Cuba respetó o no las resoluciones, y las medidas a tomar al respecto”, indicó. “Lógicamente, Cuba puede estimar que no incumplió tales resoluciones y podría surgir una controversia entre Cuba y las Naciones Unidas si el Consejo de Seguridad estima lo contrario”, acotó.
En el caso de que se plantee una controversia, precisó que “no hay mecanismos judiciales abiertos para resolver la cuestión”, por lo que, como se dijo, Cuba estará obligada a acatar el dictamen del Consejo de Seguridad.
Por su parte el portavoz de la ONU Martin Nesirky indicó que “si se confirma que el buque transportaba armas y/o materiales afines, y el envío era parte de una compra o venta, a o desde la República Popular Democrática de Corea, entonces eso sería ciertamente una violación del régimen de sanciones en relación con ese país”.
LA PAPA CALIENTE
El informe cita las cuatro resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad sobre Corea del Norte y su programa nuclear. La primera, de 2006, incluye la obligación de los Estados miembros de la ONU de “impedir el suministro, la venta o la transferencia directa e indirecta a Corea del Norte a través de sus territorios de un listado de armas convencionales y materiales”.
La de 2009, en cambio, exhorta a los integrantes de la ONU a “que inspeccionen”, en sus puertos marítimos, terrestres y aéreos, “toda la carga que esté destinada” a Corea del Norte o que “proceda de ese país”, en caso de que el Estado tenga “información que ofrezca motivos para creer que la carga contiene artículos cuyo suministro, venta, transferencia o exportación se prohíbe” en las resoluciones del foro mundial.
El canciller Núñez Fábrega dijo en la conferencia de prensa que el problema de los cubanos fue que no vieron el riesgo que estaban traspasando a otra nación. “Estuvimos en diálogo con autoridades cubanas. Ellos simplemente quizá no vieron el peligro que estaban ocasionando a naciones amigas”.
CONTINÚAN INSPECCIONES
Las autoridades de Panamá hallaron otros cinco contenedores en el barco norcoreano en el que ya habían descubierto dos con "material bélico" no declarado procedente de Cuba, informó este viernes a la agencia Efe un alto funcionario de Seguridad.
"Tenemos avistados cinco" contenedores, que se encuentran en la misma bodega del mercante "Chong Chon Gang" en la que el lunes pasado se encontraron los primeros dos, declaró el director del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panam, el comandante Belsio González.
En una conversación telefónica desde el barco, González confirmó que hasta ahora solo se ha revisado una de las cuatro bodegas del mercante, que según reveló el Gobierno de Cuba el martes, transporta 240 toneladas métricas de equipos militares "obsoletos" que iban a Corea del Norte para ser "reparados y devueltos" a la isla caribeña.
EL ABORDAJE
Otra fuente local del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) de Panamá, contó a la agencia AP que la operación de abordaje comenzó el miércoles 10 de julio, cuando el buque estaba unos 15 kilómetros al norte del rompeolas del puerto de Colón.
Uniformados del Senan y funcionarios de la Fiscalía Primera de Drogas fueron los primeros en abordar, con información previamente aportada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que sugerían que el buque llevaba drogas.
En los tres primeros días de inspección, sin embargo, los funcionarios no encontraron nada, aunque si detectaron “algo extraño” en el manifiesto, “que no nos decía qué tipo de carga llevaba”.
La fiscalía ordenó entonces llevar el buque a los muelles de Manzanillo el sábado. “Desde que les dijimos que nos íbamos a mover a puerto, desconectaron el sistema eléctrico del barco [y] tuvimos que cortar el ancla [para poder desplazar el buque], porque ellos no estaban colaborando”, precisó Ramón López, jefe de Operaciones del Senan, citado por La Prensa.
Según el funcionario, el capitán causó el momento de mayor tensión cuando entró de repente a un baño y al salir amenazó con suicidarse cortándose el cuello con una navaja. “Se hizo una pequeña cortada en el cuello, que fue más un rozón [...] Había un cabo nuestro al lado y pudo neutralizarlo y evitar que pasara a mayores [...]. Fue en ese momento cuando los otros marineros se alteraron y amotinaron, por lo que tuvimos que separarlos”, explicó López.
Mientras llevaban al capitán al hospital de Colón, el resto de la tripulación –integrada por 34 norcoreanos– “se puso a gritar y a golpear la mesa, las paredes del barco, como exigiendo que los liberáramos [...] Pero no estaban esposados ni detenidos. Los habíamos separado por seguridad”.
Los tripulantes norcoreanos se han acogido a su derecho de no declarar, ni siquiera con la asistencia de abogados.
DESTINO CERCANO
Uribe confirmó lo anterior a una radioemisora colombiana, defendió la confiabilidad de su fuente y dijo que pondrá la información a disposición de la Procuraduría de Justicia para que la investigue.
El ex mandatario colombiano se preguntó por qué si las armas eran obsoletas las iban a mandar a reparar.
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