La página de viajes del New York Times dedica su sección este miércoles a Cuba, donde más de un agente de viajes realizan planes para insertarse en este nuevo plan turístico del Caribe, y los editores como Monika Drake, del Times Insider, están pensando en cómo sus secciones cubrirán este nuevo destino.
"En la concepción popular, Cuba sigue siendo el humilde lugar detenido en el tiempo (una consecuencia de su exclusión de nuestra economía), pero un lugar más auténtico, ya que no ha sido corrompido por la proliferación mundial de Starbucks y los W Hotels. Cuba significa coches clásicos en colores vivos, puros para disfrutar en casa, y los edificios coloniales en ruinas, donde algunos de los más grandes músicos tocan jazz latino, música brillante que destaca en medio de la decadencia".
La periodista en su artículo destaca que el país actual, como cualquier otro, es un ser vivo, y la sociedad ha cambiado constantemente y cortejado a turistas de ultramar, a pesar de las sanciones estadounidenses.
Ahora Cuba se ve obligada a cambiar aún más rápidamente en relación con la industria de la hospitalidad americana que pretende allanar su camino.
Mientras hacemos esta cobertura de Cuba y su nuevo turismo, escribe la periodista, "tengo la intención de desafiar a los escritores de viajes de no caer de nuevo en la narrativa-fábula, el cuento de la pureza de un mundo estancado, atrapado en una cápsula del tiempo, que pronto será echado a perder incluso con el mejoramiento de su economía".
Por supuesto, hay una pobreza increíble y muchos desean explorar en Cuba. Y ese es el elemento central de por qué Cuba importa ahora, su economía está a punto de ser sacudida, aunque queda por ver qué tan grande será el cambio. Nuestro foco principal en las próximas semanas, apunta Drake, "será la de tratar de asegurarse de que en cualquier libro de viajes, la pobreza tenga el contexto adecuado, que no divulguemos imágenes gratuitas de niños descalzos, sin camisa, corriendo por calles polvorientas. En toda la literatura de viajes, es difícil escribir sobre la pobreza sin que parezca que exotizamos a los pobres", concluye.