Cuba encabeza la lista de los países de América Latina con los peores índices de libertad de prensa, según la edición 2014 de la "Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa” divulgada por Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Honduras se ubica en un indeseado segundo lugar en la región, seguida de Colombia y Guatemala y Venezuela; mientras que Brasil, en la quinta posición, es calificado como “uno de los países más mortíferos del continente para la prensa; la inseguridad se mantiene por las mafias y el crimen organizado”.
“El “país de los treinta Berlusconi” está discapacitado por un modelo mediático que obstaculiza el pluralismo”, asegura el informe que analiza la situación de la libertad de prensa en 180 países.
Según el informe de RSF, en este hemisferio los cinco primeros países con mejores índices de respeto a la libertad de prensa son Jamaica, Costa Rica, Uruguay, Belice y Suriname.
En esta edición 2014, Finlandia conserva su lugar como el mejor de la clase por cuarto año consecutivo, seguida de los Países Bajos y Noruega.
“En el extremo opuesto, al final de la clasificación, se encuentra el “trío infernal”, que de nuevo reúne a Turkmenistán, Corea del Norte y Eritrea, países donde la libertad de prensa simplemente no existe”, subraya el informe.
RSF afirma que, a nivel global, el crimen organizado sigue siendo una temible fuerza depredadora y cita en la región los casos de Honduras, Guatemala , Brasil y Paraguay.
“La libertad de información cede con gran frecuencia ante una concepción de la seguridad nacional demasiado amplia y un uso abusivo de este concepto, lo que marca un retroceso preocupante en las prácticas democráticas. El periodismo de investigación lo padece, en ocasiones gravemente, como sucede en Estados Unidos, que al ocupar ahora la posición 46, pierde 13 posiciones con respecto al 2013”, indica el informe.
RSF señala que en el continente americano, además del descenso experimentado por Estados Unidos, Guatemala también vivió una caída vertiginosa debido a la agravación de la inseguridad de los periodistas: se duplicó el número de agresiones respecto al año pasado y hubo cuatro asesinatos. Una tendencia similar se registró en Paraguay, donde los periodistas, de por sí obligados a la autocensura, no dejan de sufrir presiones.
En el lado positivo del informe, RSF destaca que “los casos de violencia, censura directa y abusos en el uso de procesos legales tendieron a disminuir en Panamá , República Dominicana, Bolivia y Ecuador.