A propósito de la celebración en todos los medios oficialistas cubanos del Día de la prensa en Cuba, el pasado 14 de marzo, vale la pena recordar que la isla es uno de los países más represivos con los periodistas y no queda muy bien ubicada en los reportes sobre libertad de prensa de los organismos internacionales que velan por ello.
Aunque ese día el presidente de la Unión de Periodistas de Cuba reconoció la urgente necesidad de hacer ajustes en la prensa cubana, no se refirió a nada concerniente a la libertad de los comunicadores.
“Tenemos por delante la urgente tarea de cambiar el modelo de prensa para responder a reclamos históricos de los profesionales y de la sociedad y, a la vez, dar respuesta a los profundos cambios culturales y tecnológicos que vive hoy la comunicación en la era de la Internet y las plataformas sociales”, dijo Antonio Moltó Martorell, en un acto por el Día de la prensa cubana celebrado en Santiago de Cuba.
Sin embargo, la libertad de prensa en Cuba es un tema grave que ha llevado a numerosos organismos internacionales a evaluar la situación en la isla.
Así, por ejemplo, Cuba se ubica entre "lo peor de lo peor", con el puesto 91 en una escala de 100 en la lista de países sin libertad de prensa según el informe del 2016 de Freedom House.
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Mientras que Reporteros sin Fronteras, asegura: "En 2016, Cuba fue de nuevo el país peor calificado de América Latina en lo que respecta a la libertad de prensa; ocupa el lugar 171, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF. En 2007 Raúl Castro remplazó en el poder a su hermano Fidel y en 2016, como él, se convirtió en uno de los predadores de la libertad de prensa. En Cuba la Constitución sólo autoriza la prensa oficial, que se encuentra bajo el control directo del Estado. Agencias de prensa, medios independientes y blogueros siguen oponiéndose a que el Estado monopolice la información, por lo que padecen intimidaciones, detenciones arbitrarias y una censura feroz. Frente a esta gran represión, los miembros de estos medios independientes a menudo no tienen otra opción que exiliarse y difundir su información desde el extranjero".
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También el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) publicó en septiembre del 2016 su informe de 42 páginas “Conectar a Cuba: Más espacio para crítica, pero restricciones frenan avance de libertad de prensa”.
"Existe una apertura en los medios cubanos, pues los periodistas y blogueros están encontrando más espacio para ser críticos y profundizar en cuestiones ignoradas por la prensa oficial. Sin embargo, el vacío legal en torno a la cobertura informativa independiente, el restringido y costoso acceso a la Internet y la amenaza de detenciones arbitrarias frenan los avances. Los blogueros, periodistas y editores de revistas digitales comparten sus opiniones sobre la situación de la libertad de prensa", reconocía el exhaustivo informe de CPJ.
En su informe global del 2015, el CPJ colocó a Cuba entre los diez países con mayor censura en el mundo.
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Freedom House, en otros de sus informes anuales sobre libertades, colocó a Cuba en el lugar 79 en una lista de 100 países en los que mide el comportamiento de la censura de contenidos y el uso de tecnologías de la comunicación a sus ciudadanos.
En el informe “Libertad en la Red 2016”, Freedom House asegura que el gobierno de la isla continúa acosando a los medios independientes e intimidando a sus periodistas y que pese al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington, ha habido “pocas mejoras notables en el clima cubano de los derechos humanos o la libertad de prensa”.
El texto explicó que varios periodistas independientes fueron despedidos o sometidos a arrestos de corto plazo, y otras formas de hostigamiento, como resultado de sus reportes, los que son considerados desfavorables para el gobierno.
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Leyes vs. libertad de prensa
Otro elemento que permanece invariable es el hecho de que Cuba tiene las leyes más restrictivas sobre la libertad de expresión y de prensa en el continente.
La Constitución prohíbe la propiedad privada de los medios de comunicación y sólo permite la libertad de expresión y el periodismo si "se ajustan a los fines de una sociedad socialista".
El artículo 91 del Código Penal prescribe largas penas de prisión o muerte para los que actúan en contra de “Integridad territorial del Estado” y la Ley 88 para la Protección de la Independencia y Economía Nacional de Cuba impone hasta 20 años de prisión por actos considerados como encaminados a "subvertir el orden interno de la nación y destruir su sistema político, económico y social".
Las estructuras legales e institucionales de Cuba están bajo el control del Poder Ejecutivo.
"Las leyes que criminalizan la ‘propaganda enemiga’ y la difusión de ‘noticias no autorizadas’ se usan para restringir la libertad de expresión con el pretexto de proteger la seguridad del Estado”, explica Freedom House.
También se han mantenido las detenciones arbitrarias, golpizas y las amenazas contra periodistas y sus familiares. Las deportaciones hacia sus provincias, arrestos domiciliarios y actos de repudio son otras de las formas usadas por el Gobierno para reprimir, contempló el informe.
Un canal de noticias "menos dogmático"
El gobierno cubano está tratando de reformar su programación de noticias con un canal de información de actualidad en alta definición conducido por periodistas jóvenes pero el contenido se mantiene casi por completo bajo el control de monitores ideológicos del Partido Comunista, asegura un reporte de AP.
El canal Caribe comenzará lentamente, con tres horas y media de transmisión nocturna en un nuevo sistema de alta definición aunque sus productores esperan llegar a una programación casi ininterrumpida al estilo de Telesur, el canal de noticias financiado por gobiernos latinoamericanos de izquierda.
Los productores del canal Caribe dicen que su programación será menos dogmática y más crítica que la tradicional televisión estatal cubana, cuyos reportes rara vez van más allá de repetir comunicados de ministerios del gobierno. Los medios de comunicación estatales cubanos están enfrentando una creciente competencia de fuentes en internet de fácil acceso.
"En la televisión actualmente nosotros tenemos muchos espacios de silencio (...), pretendemos ir llenando esos espacios poco a poco... El gran reto de nosotros está precisamente en hacerlo realidad", dijo a la AP Ovidio Cabrera García, director general de noticieros de la televisión cubana.
[Basado en el informe difundido por Freedom House, CPJ, Reporteros sin Fronteras y Associated Press]