Asociarse en Cuba es imposible para los que no están alineados al gobierno comunista, dijeron a Radio Martí personas consultadas que han intentado sin éxito registrar sus organizaciones surgidas al margen de los intereses del Estado.
Aunque existe un Registro de Asociaciones de Cuba, grupos opositores y otras instituciones independientes no consiguen legalizarse porque la última palabra está en manos del Ministerio de Justicia.
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"Teóricamente, los ciudadanos se pueden asociar voluntariamente y fundar asociaciones, pero en la realidad quien controla eso es el Gobierno", dijo el pastor protestante Alejandro Hernández Cepero.
"Usted va por los canales establecidos, usted hace todo lo que el Ministerio de Justicia exige y presenta toda la documentación y al final ellos no aprueban ninguna asociación que de cierta manera le resulte contestataria o nociva a los interese del Estado", explicó.
El pinareño Rolando Pupo, presidente de de la organización opositora Cuba Independiente y Democrática, explicó su experiencia.
"Hemos hecho muchísimos intentos por legalizar nuestra organización y sin embargo (...) siempre te responden que no, que no se puede legalizar", aseguró.
Incluso dijo que no pueden reunirse libremente en las casas. "Siempre está la intervención de la Seguridad del Estado y no nos dejan reunirnos y debatir nuestro criterio", concluyó Pupo.
Para hacer frente a esta imposibilidad surgió el Registro de Asociaciones cubanas de la Sociedad Civil, una iniciativa impulsada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y por el Grupo de Estudio de las Dinámicas Sociales.
Busca aliviar "las trabas políticas y jurídicas existentes en nuestro país para que cualquier grupo de la sociedad civil independiente del gobierno tenga visibilidad y reconocimiento público", informa el grupo en su sitio oficial.
(Con reporte de Adriel Reyes)