Cubano se declara culpable de lavar dinero robado al Medicare

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Eduardo Pérez de Morales.

Eduardo Pérez de Morales blanqueaba el dinero que su hermano (prófugo) estafó al sistema de salud estadounidense.

El hermano del fugitivo de la justicia estadounidense acusado de lavar $238 millones obtenidos mediante facturas fraudulentas al Medicare, recibirá sentencia en enero del 2015, tras declararse culpable el pasado mes.

Eduardo Pérez de Morales resultó implicado en actividades de Caribbean Transfer, una compañía de envíos, propiedad de su hermano Jorge Emilio Pérez, quien supuestamente financiaba un negocio de cambio de cheques dedicado a blanquear dinero.

"Una enorme operación para lavar dinero", así describió un fiscal federal la estafa que asciende a $238 millones obtenidos del Medicare a través de compañías falsas en Canadá y luego enviados al secreto sistema bancario de Cuba, publica hoy El Nuevo Herald.

"Con pleno conocimiento de causa Pérez de Morales entregó grandes sumas de dinero en efectivo a estafadores del Medicare que el acusado sabía realizaban actividades ilegales", escribió H. Ron Davidson, asistente de la Fiscalía Federal en una declaración que firmó el acusado en su acuerdo de culpabilidad, según publica el diario.

Al declarar su culpabilidad y cooperar con la Fiscalía, la condena de Pérez de Morales por el lavado entre $1 millón y $2.5 millones se reduce a un máximo de seis años, de los 20 años iniciales que le pedían.

El joven de 27 años, quien solía recorrer las calles de Miami en un Maserati, preparaba una lujosa boda en el hotel Biltmore de la ciudad de Coral Gables. La madre de la prometida había pagado unos $25.000 de entrada. La boda fue cancelada tras negársele la fianza a Pérez de Morales por ser considerado "de alto riesgo de fuga", continúa la publicación.

En octubre del 2012, fiscales federales en Miami presentaron cargos contra el cubano Jorge Emilio Pérez, fundador de la compañía de envío de dinero Caribbean Transfers, a través de la cual fueron a parar a los bancos cubanos $30 millones robados. Pérez se encontraba fugitivo.

Las autoridades federales dijeron entonces que carecían de evidencias de que el Gobierno de Cuba estuviera involucrado en ese esquema delictivo.

Tras la pista de Jorge Emilio de Morales

El investigador de asuntos cubanos Luis Domínguez, que administra el blog Cuba al Descubierto, había ubicado la residencia de Jorge Emilio Pérez de Morales, el hermano de Eduardo, en Santa Fe, una zona congelada en el oeste de La Habana donde se precisa un permiso especial para residir, según publicó el pasado mayo Martinoticias.com.

Reporteros en la isla del portal Cubanet se personaron en el lugar en aquel entonces, pero los vecinos dijeron que no habían visto a Jorge Emilio desde hacía un año, y que poco tiempo después de regresar a Cuba, procedente de República Dominicana, habría abandonado la isla junto con su esposa, Zuzel Monne Díaz y sus dos hijos. Desde entonces, en la residencia vive la madre de Zuzel y un ex militar hermano del prófugo.

En España, uno de los posibles destinos de Jorge Emilio, éste y su esposa aparecen en la directiva de una compañía fílmica registrada en ese país, Santa Fe Pictures SL, con los cargos de "administrador solidario" y "apoderado", respectivamente, nombramientos estos que se hicieron en abril del 2011 y abril de 2013.

Un célebre vecino de la cuadra de Jorge Emilio en Santa Fe, el actor y productor cubano Jorge Perugorría, aparece en la ficha de Santa Fe Pictures SL como "administrador único" y luego como "administrador solidario".

La primera acusación sobre el caso en Estados Unidos fue hecha en 2012. Según la misma, la compañía de cambio de cheques de Oscar L. Sánchez, con sede en Naples, Florida, ayudó a lavar unos $70 millones obtenidos del Medicare de manera fraudulenta por propietarios de clínicas. La Fiscalía afirma que alrededor de la mitad de esos fondos fueron canalizados a Cuba a través de Canadá, por intermedio de Caribbean Transfers.

Sánchez, un cubano-estadounidense, se declaró culpable y fue sentenciado a cuatro años y medio de cárcel, en un arreglo de cooperación con las autoridades.

Los hermanos Pérez de Morales podrían recibir condenas de hasta 20 años de prisión cada uno.