Los matanceros, al igual que el resto de los cubanos, se quejan de que los huevos liberados, esos que se pueden comprar sin limitaciones, no alcanzan para todos.
Usted lo puede creer o no; tomarlo en serio o tirarlo a broma; pero lo cierto es que los jefes de la Empresa Avícola de Matanzas, culpan al estrés que enfrentan sus gallinas ponedoras por el incumplimiento de la producción de huevos.
Resulta que los matanceros, al igual que el resto de los cubanos, se quejan de que los huevos liberados, esos que se pueden comprar sin limitaciones, no alcanzan para todos. Apenas llegan a los centros de venta, se acaban. Y la falta de huevos tiene muy irritados a los matanceros.
“No dudo que haya insatisfacción. Sucede que nos propusimos realizar una apertura, pero esta no se corresponde con la capacidad productiva de la Empresa Avícola”, aseguró Alexis Álvarez Ramos, jefe del departamento de Balance del Grupo Empresarial de Comercio, al periódico Girón, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en Matanzas.
Y como las culpas nunca caen en el suelo, resulta que las responsables de esa falta de “capacidad productiva”, son las gallinas. “Cuando decimos en algún lugar que nuestras gallinas se estresan la gente lo toma a juego, pero es un asunto real”, asegura Nelson Suárez Junco, director general de la Empresa Avícola Matanzas.
La directora de Técnica y Desarrollo de la empresa, Ada Iris Sánchez García, lo explica con más detalle: “La gallina es una máquina de poner huevos; a pesar de ello cualquier cambio le provoca estrés y, por ende, irregularidades en la producción. Lo puede causar una persona extraña que ingrese en la nave, los cambios climáticos, la incorrecta iluminación, las comidas diferentes o fuera de horario”.
Lo cierto es que el estrés de las gallinas matanceras nada tiene que ver con la presencia de extraños en sus habitaciones, ni con el cambio climático, o comida fuera de horario. En realidad se trata de la falta de comida. No hay suficiente pienso para alimentarlas y gallina que no come, gallina que no pone huevos: así de simple.
El director general , lo deja claro en medio del extenso reportaje titulado Y los huevos ¿dónde están?, firmado por Yelién Delgado Calvo. “Precisamente, la alimentación constituye el principal freno para cumplir los compromisos.Debemos recibir el pienso de las fábricas en Cienfuegos y Jaruco, pero cuando estas presentan contratiempos hay que buscarlo en otros territorios. Cuando los animales comen tarde, se desfasan al poner”, afirma. La lejanía de las fuentes de pienso provoca además, un aumento en el consumo de combustible, “si tuviésemos una planta de ese tipo en el territorio se ahorrarían más de 300 mil litros anuales de petróleo”, ilustra Suárez Junco.
Por lo pronto, la demanda de huevos sigue superando la oferta a pesar de que según el director comercial de la empresa, Ernesto Oliva Zamora, desde julio de 2013 creció el número de huevos destinado a los consumidores: “Se ha crecido en 1 millón 146 mil unidades con respecto al primer mes de comercialización por la libre y aún no alcanza. No hay dudas de la creciente demanda”.
Pedro Cabrera Calderón, administrador del Mercado Ideal ubicado en la calle Medio de Matanzas, explica con cifras contundentes porque la cantidad de huevos es insuficiente: “no dura nada. Hace poco nos asignaron 114 cajas, más de 27 mil 300 huevos y a las tres horas se terminó. También tuvimos semanas sin recibirlo”.
Publicado en El Timbeke el 15 de abril del 2014
Resulta que los matanceros, al igual que el resto de los cubanos, se quejan de que los huevos liberados, esos que se pueden comprar sin limitaciones, no alcanzan para todos. Apenas llegan a los centros de venta, se acaban. Y la falta de huevos tiene muy irritados a los matanceros.
“No dudo que haya insatisfacción. Sucede que nos propusimos realizar una apertura, pero esta no se corresponde con la capacidad productiva de la Empresa Avícola”, aseguró Alexis Álvarez Ramos, jefe del departamento de Balance del Grupo Empresarial de Comercio, al periódico Girón, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba en Matanzas.
Y como las culpas nunca caen en el suelo, resulta que las responsables de esa falta de “capacidad productiva”, son las gallinas. “Cuando decimos en algún lugar que nuestras gallinas se estresan la gente lo toma a juego, pero es un asunto real”, asegura Nelson Suárez Junco, director general de la Empresa Avícola Matanzas.
La directora de Técnica y Desarrollo de la empresa, Ada Iris Sánchez García, lo explica con más detalle: “La gallina es una máquina de poner huevos; a pesar de ello cualquier cambio le provoca estrés y, por ende, irregularidades en la producción. Lo puede causar una persona extraña que ingrese en la nave, los cambios climáticos, la incorrecta iluminación, las comidas diferentes o fuera de horario”.
Lo cierto es que el estrés de las gallinas matanceras nada tiene que ver con la presencia de extraños en sus habitaciones, ni con el cambio climático, o comida fuera de horario. En realidad se trata de la falta de comida. No hay suficiente pienso para alimentarlas y gallina que no come, gallina que no pone huevos: así de simple.
El director general , lo deja claro en medio del extenso reportaje titulado Y los huevos ¿dónde están?, firmado por Yelién Delgado Calvo. “Precisamente, la alimentación constituye el principal freno para cumplir los compromisos.Debemos recibir el pienso de las fábricas en Cienfuegos y Jaruco, pero cuando estas presentan contratiempos hay que buscarlo en otros territorios. Cuando los animales comen tarde, se desfasan al poner”, afirma. La lejanía de las fuentes de pienso provoca además, un aumento en el consumo de combustible, “si tuviésemos una planta de ese tipo en el territorio se ahorrarían más de 300 mil litros anuales de petróleo”, ilustra Suárez Junco.
Por lo pronto, la demanda de huevos sigue superando la oferta a pesar de que según el director comercial de la empresa, Ernesto Oliva Zamora, desde julio de 2013 creció el número de huevos destinado a los consumidores: “Se ha crecido en 1 millón 146 mil unidades con respecto al primer mes de comercialización por la libre y aún no alcanza. No hay dudas de la creciente demanda”.
Pedro Cabrera Calderón, administrador del Mercado Ideal ubicado en la calle Medio de Matanzas, explica con cifras contundentes porque la cantidad de huevos es insuficiente: “no dura nada. Hace poco nos asignaron 114 cajas, más de 27 mil 300 huevos y a las tres horas se terminó. También tuvimos semanas sin recibirlo”.
Publicado en El Timbeke el 15 de abril del 2014