Después de más de veinte años prohibido en los medios oficiales en Cuba Víctor Domínguez presentará su poemario Café sin Heydi frente al mar (Neo Club Ediciones, 2014). En esas dos décadas no pudo hacer lecturas públicas o participar en concursos literarios, ni como concursante ni como jurado pues su novela satírica, Operación caldosa, dio de bruces con las ásperas manos de un Torquemada tropical, un censor que entendió que su carcajada literaria ofendía a los “principios de la revolución socialista”.
Ahora Domínguez está en Miami, no precisamente para diseccionar la realidad por medio de sus opiniones, sino para que los cubanos que asistan a su lectura de poesía el próximo 21 de agosto en la Casa del TéAtro, sepan que más allá de su mirada incisiva para buscar historias habaneras, hay un hombre que escribe versos de amor. De eso y otros temas afines habló con Martí Noticias.
“La censura ha pesado mucho porque es toda una vida dedicada a la literatura, y por razones extraliterarias los libros no se han publicado. Pero este tiempo me ha servido para comprender que la pasión por la literatura no cesa sino se reanima, a través de estas coyunturas que te prohíben publicar tu libro”, indica el hombre que desde La Habana escribe crónicas y columnas de opinión para el sitio Cubanet, un portal dedicado a los asuntos cubanos.
Café… se queda dentro de la tradición lírica hispana, la del verso de amor y el reposo, sin alardes estilísticos, pero Domínguez defiende tal mesura. “Es mi estado de ánimo, este libro fue como dictado por Dios, los poemas fueron surgiendo como de la nada. Nunca me senté a forzar un verso, a forzar un título. El amor tiene magia”, sentenció.
Las puertas abiertas
La literatura hecha por cubanos, tanto desde la diáspora como dentro de la isla, ha encontrado una catapulta importante en las pequeñas e independientes editoriales que florecen hoy en Miami. Neo Club Ediciones (que hoy publica a Vítor Domínguez), así como Alexandria Library ya han incluido dentro de sus catálogos a escritores como Ángel Santiesteban y Rafael Vilches, pero más de una decena de creadores que se afincaron entre Estados Unidos y Europa han podido ver sus obras salidas de imprenta.
Domínguez reconoce estas gestiones independientes. “Es algo significativo que sea aquí, en la libertad y gracias a cubanos que también sufrieron lo que sufrí yo –o que estoy sufriendo- son los que han facilitado la publicación de este libro. Como lo es Armando Añel e Idabel Rosales”, afirma agradecido.
La editorial Silueta presentó la semana pasada un título del escritor Michael H. Miranda, radicado en Texas, hace solo unos días la editorial del Instituto de la memoria histórica contra el totalitarismo anunció que ya tienen listo el volumen Operación Makasi, un testimonio sobre los cubanos que enfrentaron al Che Guevara en el antiguo Congo Belga.
Añel declaró a Martí Noticias que en su proyecto editorial se incluye para este año la publicación de escritores cubanos que residen exclusivamente en Cuba, “preferentemente aquellos que han sido marginados del mundo oficialista”, señaló.
Miami: ¿oasis o desierto?
En los últimos seis meses Víctor Domínguez ha estado dos veces en Miami. Afirma que en las dos ocasiones ha sido acogido por amigos que lo han llevado a sus tertulias, "ya sea en casas o en espacios dispuestos para celebraciones literarias", y eso va contra la percepción de que Miami “es un desierto”.
“Para mí Miami es una ciudad mágica, donde hay un espacio para todos los colores, y en el ámbito literario que es el que me concierne, estoy notando esas tertulias que se hacían en Cuba y desaparecieron por la estructura del gobierno donde no había espontaneidad, esa cosa bella que se perdió en Cuba, se ha recuperado aquí; allá se vincula mucho con la política y veo que aquí fluye, si toca el tema pues bienvenido sea, pero siempre desde el pun to de vista literario, sin hacer concesiones a nadie”, señala.
Junto a algunas de las editoriales antes mencionadas, han aparecido espacios de debate y para mostrar el quehacer de creadores que residen o están de paso por la ciudad. El escritor Joaquín Gálvez conduce en viernes alternos La otra esquina de las letras, que es acogido en el café Demetrio, de Coral Gables. El Centro Cultural Español de Miami, recibe a escritores que comparten sus escritos de manera pública. Otro tanto hacen creadores Luis de la Paz y Alejandro Fonseca, éste último en un espacio que ha abirto su abanico a narradores y poetas: Zona Franca de las palabras.
“Es maravilloso lo que he sentido aquí”, concluyó Víctor Domínguez, quien además es Vice-presidente del Club de escritores independientes de Cuba, y publica regularmente sus opiniones en Primavera de Cuba y el sitio de la Asociación por la libertad de prensa, entre otros.
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