La Asamblea General de la ONU abrió este martes una sesión especial sobre el problema de las drogas, con la aprobación de un documento que busca establecer un nuevo enfoque sanitario compartido por varios países de América Latina tras más de 40 años de una guerra sin resultados.
En ese contexto, la ministra de justicia de Cuba, María Esther Reus González, apoyó el documento aprobado este martes en la ONU, pero reclamó a los países más "voluntad política" para erradicar el tráfico y consumo de drogas ilícitas.
La titular pidió frenar la "demanda de drogas desde el Norte", que definió como el principal escollo para resolver los problemas de producción y tráfico masivo de estupefacientes en los países del sur. Enfatizó que será "difícil" resolver los problemas del narcotráfico en el sur si continúa la demanda "mayoritaria en el norte".
Reus González reafirmó el compromiso de Cuba como sociedad que apoya la lucha contra ese flagelo y pidió responsabilidad "común y compartida" a la comunidad internacional.
"Existen evidencias de que hay formas para combatir las drogas con participación e inclusión social, tratamiento y rehabilitación accesible sin discriminación", explicó la Ministra, quien recordó cómo Cuba ha logrado que el consumo de drogas en el país no sea "un problema significativo".
Sobre las dificultades que el país tuvo que afrontar para asumir esa problemática, Cuba recordó el embargo comercial y financiero de Estados Unidos, para luego destacar sus logros.
Reus recordó que casi 246 millones de personas en el mundo consumen drogas ilícitas, por lo que este es un problema que se extiende "a todas las zonas geográficas" y que debe generar "preocupación" e "inquietud".
La pasada semana, agentes policiales y autoridades antidrogas de Panamá decomisaron 401 kilos de cocaína en un barco que viajaba de Cuba a Bélgica, en un operativo realizado en la ciudad de Colón. Pero las autoridades de Aduana de la isla negaron cualquier participación en el hecho.