El opositor cubano Daniel Llorente contrató el servicio de una abogada, dijo su hijo a Radio Martí, lo que podría poner fin a un limbo legal que incluye meses de reclusión en el Hospital Psiquiátrico de La Habana.
Llorente, -que no pertenece a ningún grupo opositor- fue violentamente detenido el 1 de mayo en La Habana, cuando corrió con la bandera estadounidense frente a la tribuna desde donde el mandatario Raúl Castro observaba el desfile por el Día del Trabajo.
Pasó varios días preso en el Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) y luego fue trasladado al hospital Psiquiátrico conocido como "Mazorra".
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"Ya encontramos una abogada, hasta ahora nadie quería coger el caso de mi papá porque es un caso político", dijo su hijo Eliécer Llorente.
El joven dijo que a petición de la abogada ha solicitado al centro médico un reporte sobre el estado mental de su padre. La doctora le explicó que el trámite toma alrededor de una semana.
Un dictamen médico emitido en junio pasado declaró inexistentes los problemas de salud mental que habrían llevado a las autoridades cubanas a ingresarlo allí.
Pero un mes más tarde un documento emitido por Medicina Legal señaló que Llorente es “agresivo y está enajenado”, explicó entonces su hijo.
"La abogada me dijo que ellos aplican ahora la suspensión del caso de mi papá porque si él no tiene problemas mentales no tiene razones para estar ahí, lo que hasta ahora no teníamos a nadie que nos ayudara legalmente", dijo Eliécer Llorente.
El joven, que visita a su padre los domingos, dijo que "la Seguridad del Estado lo quiere tener en Mazorra".
[Redactado a partir de reporte de Yolanda Huerga]