Dos oficiales de la Seguridad del Estado culparon a la esposa de uno de los protagonistas de la protesta el pasado 26 de julio en la Catedral Santiago de Cuba de que este se mantenga tras las rejas.
Reyna Silvia González Reyes, esposa de Alberto Antonio Ramirez Odio, explicó a Radio Martí que pese a las amenazas recibidas el pasado 12 de septiembre, ella continuará denunciando el atropello.
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Además de Alberto, fueron violentamente arrestados ese día su hermano Leonardo Ramírez Odio, y el padre de ambos, Alberto de La Caridad Ramírez. La protesta se produjo poco después de un acto político en el que participó el mandatario cubano Raúl Castro.
Los tres opositores son parte del Comité de Ciudadanos Defensores de los Derechos Humanos (CCDDH). Al momento de la protesta gritaron consignas como "Abajo la dictadura", "Abajo Fidel", "Abajo Raúl", "Abajo el Congreso". Portaban carteles exigiendo libertad, justicia y democracia en Cuba.
Enfrentan cargos por “desorden público” en la causa radicada en el expediente No. 5/2017.
Dijeron que "yo los estaba perjudicando"
González Reyes dijo que no se se encotraba en su casa cuando llegaron los oficiales y fue su madre quien los recibió.
"Ellos le dijeron que yo tenía que dejar de hacer lo que yo estaba haciendo porque yo los estaba perjudicando a ellos (...) que por lo que yo estaba haciendo era que ellos continuaban presos", comentó.
Tras el arresto el 26 de julio, los tres opositores pasaron 21 días en un calabozo y luego fueron trasladados a la Prisión de Aguadores.
Aunque no ha sido entregada la petición fiscal, oficiales de la Seguridad del Estado han dicho a familiares que la sanción será de 5 años de prisión en la Prisión de Boniato.
Hasta el momento se han negado a recibir los servicios de un abogado defensor, por considerar que existe una intromisión de parte de la Seguridad del Estado en el caso.
"Ellos temen por sus vidas"
González Reyes reiteró el lunes que los tres opositores están siendo tratados como enfermos mentales y han sido llevados a consultas psiquiátricas y luego devueltos a la prisión donde esperan juicio.
“He venido denunciando todo lo que ha pasado con mi esposo, el padre y su hermano desde que lo encarcelaron producto de esa protesta que ellos hicieron", recalcó.
"Ellos temen por sus vidas (...) los llevaron al Hospital Psiquiátrico de Jagua y los continúan llevando porque dicen que ellos lo que tienen son problemas psiquiátricos", aclaró.
Y reiteró que no se quedará callada: "Quiero dejar bien claro que yo lo que estoy haciendo es apoyar a mi esposo en la situación que él se encuentra preso, por tanto lo voy a continuar haciendo", concluyó.
(Escrito por Rosa T. Valdés, con reporte de Ivette Pacheco)