Una nota de la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba confirma la deportación de decenas de ciudadanos cubanos desde Ecuador.
El grupo, compuesto por 75 cubanos que permanecían en condición migratoria irregular en Ecuador, incluye a hombres y mujeres que no justificaron su status migratorio en Ecuador.
El comunicado del MinRex asegura que el traslado se realizó en un avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, respetándose las garantías procesales establecidas para estos casos.
Y que al llegar al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana los cubanos fueron sometidos a un chequeo sanitario y luego trasladados a sus provincias de origen, explican las autoridades cubanas.
Por su parte Ecuador explicó que los cubanos pasaron por los controles migratorios y antinarcóticos antes de ser trasladados al avión, en una operación en la que participaron cinco comandos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), cinco del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), 10 de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) ocho de Interpol y cinco de Migración; además de personal del Ministerio del Interior y del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.
"La deportación de estos ciudadanos cubanos se realizó con total apego a lo establecido en la legislación de ambos países y en las normas internacionales vigentes para este tipo de situación, con el objetivo fundamental de garantizar un flujo migratorio ordenado, regular y seguro, al tiempo que responde al compromiso de evitar que seres humanos indefensos se conviertan en víctimas de traficantes de personas", dice la nota de Cuba quien una vez más culpa exclusivamente al gobierno de Estados Unidos por la crisis migratoria cubana:
"Es responsabilidad del gobierno de los Estados Unidos y la política migratoria, conformada en las últimas décadas, la situación creada con los migrantes irregulares cubanos en la región, quienes inicialmente viajaron al exterior de manera legal, cumpliendo todos los requisitos establecidos por nuestras regulaciones migratorias, para posteriormente iniciar un periplo irregular alentados por la Política de “Pies Secos-Pies Mojados”, el “Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos” y la Ley de Ajuste Cubano, las cuales confieren a nuestros ciudadanos un tratamiento selectivo y único en todo el mundo, al tiempo que constituyen una violación a los acuerdos migratorios suscritos entre ambos países.
Dicha política resulta incongruente con el actual contexto bilateral, impide la normalización de las relaciones migratorias entre Cuba y los EE.UU. y crea problemas a otros países, al mismo tiempo que discrimina al resto de los migrantes, incluidos menores, quienes en la frontera de los Estados Unidos sufren maltratos y represión antes de ser deportados masivamente".