El evento Cuba: del comunismo a la libertad, una conversación con los protagonistas tuvo lugar este jueves vía online con la participación de artistas y activistas desde el exterior y el interior de la isla.
El foro estuvo moderado por la activista exiliada Janisset Rivero, perteneciente al The Libre Institute, y contó con la presencia de Anamely Ramos, activista del Movimiento San Isidro y Carlos Ponce,
Director del Programa Latinoamericano de la Fundación Memorial a las Víctimas del Comunismo.También participó Niovel Tamayo, Iris Mariño y Neife Rigau.
Los activistas discutieron la importancia de la libertad en la sociedad, y el costo del régimen comunista en la vida de una nación, la falta de derechos civiles, económicos, oportunidades y libertades básicas en una sociedad donde el gobierno tiene todas las riendas del poder político, económico y social.
También se habló sobre la represión a la libertad de expresión y de creación artística, y de los artistas actualmente encarcelados en la isla, como Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Osorbo, del Movimiento San Isidro, y Hamlet Lavastida, del 27N.
Ponce criticó en su intervención a países como Canadá y España que siguen haciendo negocios con Cuba a pesar de las protestas, las muertes y los presos, también criticó a la OEA, que no convocó ni siquiera a un evento extraordinario para abordar la situación represiva en Cuba.
El director del Programa Latinoamericano de la Fundación Memorial a las Víctimas del Comunismo afirmó que la comunidad internacional es cómplice e hizo un llamado a buscar vías alternativas de denuncia a través de las plataformas de Internet.
La curadora de Arte Anamely Ramos aseguró que la libertad está en la mente y que en Cuba se ha atravesado por un largo proceso de silenciamiento de toda iniciativa ciudadana para conseguir algún tipo de incidencia social.
Ramos expresó que en Cuba se coarta todo tipo de tejido social y las instituciones son simples brazos ideológicos del Gobierno, y que por eso la gente, grita en las protestas, "Patria y vida", porque sin libertad no hay vida.
La activista de San Isidro dijo que en la isla no hay comida, ni medicinas pero que más allá de eso la gente quiere un futuro en libertad y que por intentar buscar ese futuro, no se corra el riesgo de ir a prisión.
Ramos recordó que en Cuba se vive una crisis humanitaria y económica profunda y sobre todo una gran crisis política y que es muy importante seguir denunciando esa situación. A su juicio las sanciones son necesarias, sin que se ahogue más al pueblo, porque el régimen usa todos los recursos que recibe para reprimir.