Ministro de Economía y Planificación anuncia ajuste a 2,7% de la meta inicial de 3,6% en la expansión del PIB. Para 2014 se prevé un modesto 2,2%.
Cuba recortó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2013 a un 2,7 por ciento, desde un 3,6 por ciento,aduciendo que espera menores ingresos de divisas y un desempeño más débil de las manufacturas y la construcción, informó este viernes la prensa oficial, citando a autoridades económicas de la isla.
El ajuste, que representa una reducción del 25% en la proyección para el año, fue el segundo anunciado a lo largo del período. A principios de julio una reunión del Consejo de Ministros recortó la previsión de crecimiento del PIB cubano ofrecida a fines del 2012 (3,6%) a entre 2,5% y 3.0%.
En el 2014, la economía cubana se expandiría un 2,2 por ciento a precios constantes, dijo el diario Granma, del gobernante Partido Comunista, citando al ministro de Economía y Planificación. Adel Yzquierdo, en una reunión del Consejo de Ministros.
Yzquierdo anticipó una caída de precios en rubros exportables importantes como el azúcar y el níquel para el 2014, al tiempo que continuaría el alza del costo de los alimentos en los mercados mundiales. Pronosticó sin embargo incrementos productivos en ramas estratégicas como la industria azucarera --un 17,5%-- y en el sector agropecuario, que crecería un 7%.
Pero una fuente independiente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que al término de 2013 la actividad agrícola en Cuba habría crecido apenas entre 3 y 4%, lo cual continúa obligando al país a importar millones en comestibles.
A principios de diciembre la CEPAL pronosticó para este año una expansión media en la región de 2,6 por ciento, mientras que para el 2014 estimó un crecimiento del 3,2 %.
Mientras tanto, en su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe en 2013, la entidad vaticinó que Cuba crecería un 3,0 % este año --la misma cifra que estima para el 2014-- debido a la baja en los precios del níquel y una ralentización del crecimiento en la mayor parte de Europa que impidió a La Habana alcanzar su meta de 3 millones de turistas.
CEPAL señaló asimismo, entre los factores desfavorables para Cuba estos 12 meses, una tasa de inversión lejos de la planeada; la importación de alimentos por unos 2.000 millones de dólares; y las barreras de entrada a los productos biotecnológicos.
En la columna de lo positivo destacó que en 2013 sostuvieron la economía cubana la exportación de servicios profesionales y las remesas familiares, renglones que identificó como las dos más importantes fuentes de ingreso de divisas para la isla en el período.
El ajuste, que representa una reducción del 25% en la proyección para el año, fue el segundo anunciado a lo largo del período. A principios de julio una reunión del Consejo de Ministros recortó la previsión de crecimiento del PIB cubano ofrecida a fines del 2012 (3,6%) a entre 2,5% y 3.0%.
En el 2014, la economía cubana se expandiría un 2,2 por ciento a precios constantes, dijo el diario Granma, del gobernante Partido Comunista, citando al ministro de Economía y Planificación. Adel Yzquierdo, en una reunión del Consejo de Ministros.
Yzquierdo anticipó una caída de precios en rubros exportables importantes como el azúcar y el níquel para el 2014, al tiempo que continuaría el alza del costo de los alimentos en los mercados mundiales. Pronosticó sin embargo incrementos productivos en ramas estratégicas como la industria azucarera --un 17,5%-- y en el sector agropecuario, que crecería un 7%.
Pero una fuente independiente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que al término de 2013 la actividad agrícola en Cuba habría crecido apenas entre 3 y 4%, lo cual continúa obligando al país a importar millones en comestibles.
A principios de diciembre la CEPAL pronosticó para este año una expansión media en la región de 2,6 por ciento, mientras que para el 2014 estimó un crecimiento del 3,2 %.
CEPAL señaló asimismo, entre los factores desfavorables para Cuba estos 12 meses, una tasa de inversión lejos de la planeada; la importación de alimentos por unos 2.000 millones de dólares; y las barreras de entrada a los productos biotecnológicos.