Para atenuar el creciente descontento popular, suavizar el reciente y sonado escándalo de Petrobras, más la pérdida de credibilidad, la presidenta Dilma Russeff, teniendo en cuenta que "mejorar la salud" fue la principal demanda durante las manifestaciones de junio del 2013, quiere repetir la historia y solicitó a las autoridades cubanas incrementar el número de galenos para que le ayuden a reforzar el programa "Más Médicos" y calmar a la mayoría que, como siempre, son los más necesitados.
Según cifras oficiales, hasta abril del 2015, el proyecto de salud "Más Médicos" contaba con 18.247 profesionales en más de 4.000 municipios. Y lo celebro, la salud debe ser un derecho de todos sin exclusión, so pena que la comercialización pone en riesgo la vida de aquellos que no la pueden pagar por carecer de recursos. Es difícil no ponderar la petición brasileña que, aunque a las claras y sin medias tintas, lleva un claro propósito partidista, le exige al Gobierno cubano el envío únicamente de médicos experimentados. Pero los gobernantes cubanos, haciendo uso y abuso de una eficaz deslealtad, sin consultar a los aliados bolivarianos responden sin dilación a los acordes de esta samba, afectando incluso compromisos adquiridos de hace tiempo con los programas de salud venezolanos.
Así es, porque para ganar dinero el Estado cubano siempre permanece más abierto que las puertas de un restaurant de aeropuerto. El pasado sábado 9 de mayo, desde un rincón poco iluminado de la oficina del ministro de salud pública cubano, Roberto Tomás Morales Ojeda, salió una circular firmada y dirigida a cada jefe de ASIC (Áreas de Salud Integral Comunitaria) en Venezuela, y a los jefes de misión médica en los diferentes estados, para que, a través de sus CENREC y de los centros de atención (o vigilancia) a los colaboradores, contacten, con estricta discreción, a los primeros médicos cubanos que, por el solo hecho de tener la aprobación de la Seguridad del Estado, ya han sido seleccionados para viajar directamente a Brasil sin necesidad de regresar a la isla ni abrazar a sus familias.
Los médicos elegidos tienen derecho a negarse, pues –según este documento– algunos de ellos ya cumplieron el tiempo de "misión" y están esperando el relevo; pero, como el chantaje subliminal continúa sirviendo de anzuelo, tienen que dejar constancia escrita argumentando el motivo de su negación.
Los médicos elegidos tienen derecho a negarse (...) pero tienen que dejar constancia escrita argumentando el motivo de su negación.
La lista de nombres es extensa, incluye especialidad, categoría médica, número de pasaporte, carné de identidad, provincia de origen y más; pero por obvios motivos de seguridad y comprensibles de ética, además de protección a mis fuentes, no es prudente publicar el documento en cuestión en su totalidad.
Sepan los interesados, sobre todo aquellos que tienen familiares trabajando en la misión médica cubana en Venezuela, que me pueden contactar, tengo en mi poder la lista de los facultativos cubanos que, incluso sin ellos saberlo, ya han sido seleccionados y durante toda esta semana, desde hoy día 18 al 22 del corriente, serán convocados y conminados a aceptar la transferencia a esta nueva misión "Más Médicos para Brasil".
El motivo es convincente; la lógica es repugnante.