Oscar García-López siempre soñó convertirse en diseñador, pero no lo pudo lograr en Cuba, debido a las penurias que tuvo que enfrentar. Hoy, en su país adoptivo, Estados Unidos, disfruta de una exitosa carrera que lo ha "llevado" hasta la Casa Blanca.
“Yo me siento, como cubano, muy orgulloso”, afirmó el joven modisto a Radio Televisión Martí, en febrero de 2017.
Con la certeza de que podría conseguir un futuro mejor, este habanero, cuyo interés en la costura nació cuando era niño, se ha convertido en uno de los diseñadores más cotizados del mundo. Rememorando el pasado en su vida, en medio del llamado Periodo Especial en Cuba, tuvo que –como se dice en buen cubano– “arreglárselas solo” para poder echar pa’lante.
“Los cubanos hacemos de la tragedia, la comedia, y nos las ingeniamos”, observó en esa misma fecha. “Siempre inventar, crear, con las cosas que tenemos alrededor”.
Este modisto, cuyas prendas han adornado los cuerpos de mujeres famosas, no se formó en una facultad de diseño. Estudió, según contó, “con la mejor escuela que existe, que son las costureras, porque ellas saben”.
Utlizando los trucos de aquellas modistas, Oscar se ha transformado en un mago. Hoy, está contribuyendo a la lucha contra el coronavirus, una mascarilla a la vez.
“Es primera vez que hago este tipo de máscaras, pero como crear es lo que más disfruto, yo siempre he tenido prendas de vestir en mis colecciones”, dijo. “Confecciono las máscaras de alta calidad, como mis telas. El acabado es muy fino, y les coloco adentro una tela que actúa de filtro y, además, permite que la pieza no pierda su vía de estabilidad, su forma”, observó.
Oscar no ha dejado de diseñar su línea de couture, que incluye la nueva colección de verano/otoño. Lo que ha hecho es incorporarle mascarillas como un accesorio del momento que vivimos. Construidas con telas de alta calidad, las mismas son creadas cuidadosamente con seda o algodón e incluyen encajes, perlas, lentejuelas, y brocados, entre otros detalles.
Además de los pedidos de estas mascarillas por parte de sus propias clientas, el público también ha venido a conocer a este gran diseñador a través de sus redes sociales y por referidos. A veces, nos cuenta, detienen a sus clientes en las calles para preguntarles donde compraron sus mascarillas.
“Siento mucha satisfacción porque he creado colecciones que han resultado en prendas esenciales para mis clientes en estos tiempos. Eso me ha dado mucha alegría, que puedan usarse en este tipo de situación”.
En el 2000, Oscar abandonó Cuba y se fue a México. Cuatro años más tarde pisó tierra estadounidense y comenzó a dibujar un patrón para su propia vida; un diseño que lo llevaría a reclamar el primer premio en Project Runway: Under the Gunn, un reality show que trata sobre una prestigiosa competencia de diseño y confección de modas. Eso fue en 2014. Hoy, su clientela incluye varias celebridades. Pero una en particular ayudó a catapultar su carrera aun más: Lara Trump, nuera del presidente Donald Trump.
“Yo empezé a vestirla a ella para el primer debate. La vestí para los diferentes debates, después para la gala, hicimos las fotos en Mar-a-Lago, y volvimos a hacer otras fotos del embarazo”, manifestó a TV Martí en septiembre del año pasado.
Las fotos muestran su primera colección de maternidad de alta costura y aparecieron en las revistas Hola y Hello, que cuentan con decenas de millones de lectores. Oscar García-López es el primer diseñador cubano que ha sido citado en un editorial de modas dos veces en Hola.
Además de sus vestuarios, Lara Trump hizo otro pedido recientemente al nacido en Rancho Boyeros: mascarillas para ella y su esposo, Eric. A solas, en su atelier en Miami, Oscar creó unos impresionantes diseños hechos con elaborados brocados.
“Las máscaras se han convertido en el nuevo accesorio de la moda. Y Lara, como siempre, está a la moda. Le he diseñado una colección de máscaras para ella y su joven familia, para protegerse durante esta pandemia”.
Son sus innovaciones, meticulosamente elaboradas, las que han elevado a un nivel superior la carrera de este joven diseñador. Pero a pesar de sus logros y de haber alcanzado el llamado sueño americano, García-López no deja de recordar a su país. Hoy, en tierras de libertad, mira hacia el futuro, pero siempre con la imagen de Cuba grabada en su mente, y en su corazón.
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