La Casa Blanca anunció nuevas sanciones a siete funcionarios rusos y 17 compañías que tienen vínculos con el presidente Vladimir Putin.
El alcalde de la segunda ciudad de Ucrania fue herido a balazos en la espalda el lunes e insurgentes prorrusos ocuparon otro edificio del gobierno a medida que crecen las tensiones en el este del país. Además, la Casa Blanca anunció nuevas sanciones a siete funcionarios rusos y 17 compañías que tienen vínculos con el presidente Vladimir Putin.
El gobierno estadounidense indicó que las penalidades son porque Moscú no ha cumplido con lo prometido bajo un acuerdo internacional para tranquilizar la situación en Ucrania. Washington también advirtió el lunes que está preparado para "imponer costos aún mayores" a Rusia si siguen las provocaciones en el país vecino.
Insurgentes armados respaldados tácitamente por Moscú buscan mayor autonomía en la región. El gobierno interino de Ucrania y Occidente han acusado a Rusia de fomentar la inestabilidad, que temen Moscú pueda usarlo de pretexto para una invasión. En marzo, Rusia se anexó Crimea semanas después de tomar control de la península sobre el Mar Negro.
Hennady Kernes, alcalde de Járkiv, fue herido a tiros en la espalda el lunes por la mañana, informó su oficina. Fue intervenido quirúrgicamente y "los médicos tratan de salvarle la vida", según informó la alcaldía.
El vocero del gobierno local, Yuri Sydorenko, dijo a la agencia noticiosa Interfax que Kernes fue herido cuando iba en bicicleta por un camino suburbano.
Las autoridades no dijeron quién podía estar detrás del ataque.
Kernes era enérgico adversario del movimiento Maidán prooccidental que derrocó en febrero al presidente Víktor Yanukóvich y era considerado el organizador de activistas enviados a Kiev desde el este de Ucrania para hostigar a aquellos manifestantes.
Pero desde entonces ha suavizado su posición hacia el nuevo gobierno en Kiev. En una reunión de líderes del este de Ucrania y el primer ministro interino Arseniy Yatseniuk este mes, Kernes insistió en que no apoyaba a los insurgentes prorrusos y que respaldaba una Ucrania unida.
Járkiv está en el este de Ucrania, donde pistoleros prorrusos han ocupado edificios y estaciones policiales, han instalado puestos de control o efectuado manifestaciones de protesta para exigir mayor autonomía o su anexión a Rusia. Pero al contrario que la región vecina de Donetsk, Járkiv no se había visto mayormente afectada por la insurgencia. El edificio de la administración regional fue ocupado por prorrusos brevemente este mes, pero los ocupantes lo desalojaron pronto.
El lunes, milicianos enmascarados provistos de armas automáticas ocuparon otro edificio y una estación policial, esta vez en Kostyantynivka, a 160 kilómetros (100 millas) de la frontera rusa. La ciudad está a 35 kilómetros (22 millas) al sur de Sloviansk, una ciudad en el este de Ucrania que está en poder de los insurgentes desde hace más de tres semanas.
El gobierno estadounidense indicó que las penalidades son porque Moscú no ha cumplido con lo prometido bajo un acuerdo internacional para tranquilizar la situación en Ucrania. Washington también advirtió el lunes que está preparado para "imponer costos aún mayores" a Rusia si siguen las provocaciones en el país vecino.
Insurgentes armados respaldados tácitamente por Moscú buscan mayor autonomía en la región. El gobierno interino de Ucrania y Occidente han acusado a Rusia de fomentar la inestabilidad, que temen Moscú pueda usarlo de pretexto para una invasión. En marzo, Rusia se anexó Crimea semanas después de tomar control de la península sobre el Mar Negro.
Hennady Kernes, alcalde de Járkiv, fue herido a tiros en la espalda el lunes por la mañana, informó su oficina. Fue intervenido quirúrgicamente y "los médicos tratan de salvarle la vida", según informó la alcaldía.
El vocero del gobierno local, Yuri Sydorenko, dijo a la agencia noticiosa Interfax que Kernes fue herido cuando iba en bicicleta por un camino suburbano.
Las autoridades no dijeron quién podía estar detrás del ataque.
Kernes era enérgico adversario del movimiento Maidán prooccidental que derrocó en febrero al presidente Víktor Yanukóvich y era considerado el organizador de activistas enviados a Kiev desde el este de Ucrania para hostigar a aquellos manifestantes.
Pero desde entonces ha suavizado su posición hacia el nuevo gobierno en Kiev. En una reunión de líderes del este de Ucrania y el primer ministro interino Arseniy Yatseniuk este mes, Kernes insistió en que no apoyaba a los insurgentes prorrusos y que respaldaba una Ucrania unida.
Járkiv está en el este de Ucrania, donde pistoleros prorrusos han ocupado edificios y estaciones policiales, han instalado puestos de control o efectuado manifestaciones de protesta para exigir mayor autonomía o su anexión a Rusia. Pero al contrario que la región vecina de Donetsk, Járkiv no se había visto mayormente afectada por la insurgencia. El edificio de la administración regional fue ocupado por prorrusos brevemente este mes, pero los ocupantes lo desalojaron pronto.
El lunes, milicianos enmascarados provistos de armas automáticas ocuparon otro edificio y una estación policial, esta vez en Kostyantynivka, a 160 kilómetros (100 millas) de la frontera rusa. La ciudad está a 35 kilómetros (22 millas) al sur de Sloviansk, una ciudad en el este de Ucrania que está en poder de los insurgentes desde hace más de tres semanas.