En horas tempranas de este viernes, el presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís despedía a dos grupos de cubanos que estuvieron durante meses en suelo tico.
Los migrantes se marchaban así de un país que les dio amparo, ayuda, alimentos, medicinas y gestionó la salida hacia Estados Unidos.
Dos vuelos partieron del aeropuerto internacional Juan Santamaría, en Alajuela, con destino a Nuevo Laredo, México; para que allí pasen la frontera y entren en suelo estadounidense.
La primera nave salió a las 5:00 a.m. y una hora más tarde, la segunda. En total, fueron 245 los refugiados cubanos que dijeron adiós en San José.
"Nunca habíamos tenido una cantidad tan grande de migrantes juntos, van agradecidos y había que venir a despedirlos. Estamos haciendo lo necesario para que salgan los que quedan", dijo Solís a la prensa que acudió a la terminal aérea.
En un video que publica el sitio digital del mandatario, agradece a todas las entidades de esa nación y al personal que ayudó a solucionar la crisis migratoria con los cubanos.
"Cuando llegamos a Costa Rica, la frontera estaba cerrada y no pudimos pasar. Tengo muchos sentimientos por las personas que dejamos acá, a nosotros nos acogieron como parte de su familia, pero (siento) mucha emoción de reencontrarme con mi familia", dijo a la prensa local Marilena González, quien tiene familiares en Estados Unidos.
Hay dos grupos más que tiene planificada la salida para el sábado 12 y el martes 14 de marzo, respectivamente.
Con esas dos salidas se cierra con broche de oro la partida de las casi 4.350 personas que abordaron el plan de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), luego de la petición de Costa Rica.
El primer grupo salió de Costa Rica hacia El Salvador el 12 de enero de 2016.
Aunque las autoridades ticas otorgaron más de 7.000 visas temporales de estadía, unas 3.500 personas siguieron rumbo a Estados Unidos por su cuenta, con coyotes, a pesar de las advertencias.