Bajo escrutinio popular un acuerdo minero multimillonario suscrito con Pekín por el gobierno del presidente Rafael Correa.
Las protestas indígenas y de otros sectores sociales contra proyectos de explotación minera emprendidos en Ecuador por el gobierno del presidente Rafael Correa tienen ahora también bajo escrutinio una multimillonaria inversión hecha por China.
Se trata del primer megaproyecto minero de Pekín en el país suramericano, y la principal preocupación que ha desencadenado tiene que ver con los efectos que ocasionaría en el medio ambiente la explotación de una mina de cobre a cielo abierto por la empresa Ecuacorriente en la región amazónica ecuatoriana.
Aunque las autoridades chinas han asegurado que harán lo indecible por minimizar el impacto negativo de los trabajos en la mina sobre la naturaleza, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) teme que el resultado sea la contaminación de ríos y el desplazamiento de comunidades.
Integrantes de CONAIE emprendieron hace una semana una marcha hacia Quito, la capital, en protesta por los proyectos mineros en gran escala que planea el gobierno, así como en “defensa del agua y la tierra”, según indicaron líderes de la confederación.
Los indígenas esperan llegar a Quito el próximo día 22 tras recorrer varias provincias de la parte central del país, y entre sus principales demandas figura la suspensión del contrato con Ecuacorriente, firmado el pasado 5 de marzo.
La marcha ha sido acompañada de protestas frente a la embajada china en Quito, donde los manifestantes enarbolaron una pancarta que decía: “Fuera empresas chinas del Ecuador
El gobierno ecuatoriano estima que el contrato suscrito por Ecuacorriente dejaría al estado ganancias de unos $5.400 millones de dólares, e insiste en que en el proyecto serán utilizadas tecnologías que disminuyen el daño que suele ocasionar la minería al medio ambiente.
Las inversiones del país asiático han ido en aumento en años recientes en Ecuador no sólo en la minería sino también en el sector energético (petróleo e hidroeléctricas), así como en el otorgamiento de créditos concedidos por la banca china. El valor total de las inversiones chinas se estima en unos $7.000 millones de dólares.
Se trata del primer megaproyecto minero de Pekín en el país suramericano, y la principal preocupación que ha desencadenado tiene que ver con los efectos que ocasionaría en el medio ambiente la explotación de una mina de cobre a cielo abierto por la empresa Ecuacorriente en la región amazónica ecuatoriana.
Aunque las autoridades chinas han asegurado que harán lo indecible por minimizar el impacto negativo de los trabajos en la mina sobre la naturaleza, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) teme que el resultado sea la contaminación de ríos y el desplazamiento de comunidades.
Integrantes de CONAIE emprendieron hace una semana una marcha hacia Quito, la capital, en protesta por los proyectos mineros en gran escala que planea el gobierno, así como en “defensa del agua y la tierra”, según indicaron líderes de la confederación.
Los indígenas esperan llegar a Quito el próximo día 22 tras recorrer varias provincias de la parte central del país, y entre sus principales demandas figura la suspensión del contrato con Ecuacorriente, firmado el pasado 5 de marzo.
La marcha ha sido acompañada de protestas frente a la embajada china en Quito, donde los manifestantes enarbolaron una pancarta que decía: “Fuera empresas chinas del Ecuador
El gobierno ecuatoriano estima que el contrato suscrito por Ecuacorriente dejaría al estado ganancias de unos $5.400 millones de dólares, e insiste en que en el proyecto serán utilizadas tecnologías que disminuyen el daño que suele ocasionar la minería al medio ambiente.
Las inversiones del país asiático han ido en aumento en años recientes en Ecuador no sólo en la minería sino también en el sector energético (petróleo e hidroeléctricas), así como en el otorgamiento de créditos concedidos por la banca china. El valor total de las inversiones chinas se estima en unos $7.000 millones de dólares.