En las visitas a los reclusos en las cárceles cubanas, las autoridades están prohibiendo la entrada de familiares que muestren síntomas de gripe o disnea respiratoria, una medida que solo tendría sentido si ya hubiese casos de coronavirus dentro del país, le dijo a Radio Televisión Martí desde la isla un médico traumatólogo.
“Dentro de las prisiones se ha decretado una alarma, y ningún familiar que tenga catarro o cualquier síntoma de disnea [respiratoria] o algo así puede entrar” a las visitas, declaró el martes desde Holguín el Dr. Ramón Zamora en entrevista con el presentador y periodista Tomás Cardoso. “Si están tomando estas medidas en el acceso a las prisiones, están demostrando que realmente ya Cuba tiene que contar con casos de coronavirus", porque se trata de medidas drásticas, dijo el médico.
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El gobierno cubano recluirá en los hospitales militares a los enfermos de coronavirus no con el fin de propiciar una mejor atención médica, sino para controlar la información sobre todos los casos que aparezcan, advirtieron el martes médicos desde la isla.
“Todo obedece a lo mismo de siempre: tratar de mantener como un secreto de Estado enfermedades transmisibles que afectan al país”, declaró desde Songo la Maya, en Santiago de Cuba, el Dr. Roberto Serrano. “Ya lo hemos visto anteriormente, por ejemplo, cuando el sida, que aislaron a los pacientes por mucho tiempo y prácticamente a veces ni la familia podía verlos”.
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Desde Suiza, el científico Ariel Ruiz Urquiola se refirió precisamente al aislamiento al que fueron sometidos los pacientes de VIH cuando la enfermedad llegó a Cuba.
“Siempre se le denominó como ‘el sida que entró con los internacionalistas africanos”, le dijo Ruiz Urquiola el lunes a Cardoso. “Los concentraron, los llevaron a hospitales militares, los atendieron militares y paramilitares, lugares como aquel Villa Los Cocos, donde los recluyeron, metieron presos a todos los portadores del VIH y enfermos de sida que llegaron a Cuba, justamente para evitar que saliera la información desde estos centros a la calle”.
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El anuncio de que los hospitales militares se dedicarán a casos sospechosos de coronavirus fue hecho por el primer ministro Manuel Marrero la noche del lunes en el programa Mesa Redonda, de la televisión cubana.
“Se decidió sumar a las instalaciones ya previstas para aislar los casos que sean sospechosos los hospitales militares del país, con la excepción del Carlos J. Finlay”, dijo Marrero refiriéndose al clínico quirúrgico habanero.
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De acuerdo con información obtenida por el diario digital 14ymedio, el Hospital Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán, de La Habana, dará prioridad a los casos positivos del coronavirus y remitirán al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí los pacientes más complicados.
“Con solo uno de sus cinco ascensores funcionando, el hospital Joaquín Albarrán de La Habana se prepara para ser uno de los centros receptores de pacientes de coronavirus, aunque las autoridades insisten en que no hay casos todavía en Cuba”, informó 14ymedio.
Los hospitales militares tienen el mismo régimen de los otros: son un sistema de cubículos para tres o cuatro pacientes, observó el Dr. Serrano. “Ojalá y sean bastante pocos los pacientes que infecten aquí en Cuba, porque si es una cantidad apreciable, no va a servir para nada ningún hospital militar”, añadió.
De acuerdo con el médico cubano, cuando han tratado de mantener en secreto otras enfermedades, como la conjuntivitis, lo único que han conseguido es exponer a un mayor número de personas.
“Porque cuando usted detiene la percepción de riesgo [para] que no llegue a la población, pues simplemente la población desconoce puntos importantes y esto lo que hace es ayudar a la propagación”, le explicó el galeno a Cardoso, en un programa producido por Patricia Martínez.
Lee también Temen que zonas del interior de Cuba no estén preparadas para el coronavirusEl gobierno cubano quiere dar a entender una superioridad de su sistema de salud por el hecho de que el virus haya enfermado a personas de países desarrollados y que aún no se reporte el primer caso en la isla, indica el Dr. Zamora.
“Ellos hablan de una información alarmista generada por nosotros, cuando en realidad los que generan alarma son ellos, que mantienen ajeno al pueblo de todo este tipo de situación”, manifiesta.
Desde el punto de vista de la capacidad y los recursos, ante una epidemia de coronavirus, “sería insuficiente el número de hospitales que se podrían dedicar al aislamiento y tratamiento de esas personas”, le dijo a Radio Televisión Martí desde Manzanillo, en la provincia Granma, el Dr. Santiago Márquez Frías.
Lee también "Si entra acá esa enfermedad va a ser terrible", alerta médico cubano sobre el coronavirusAllí en Manzanillo, por ejemplo, no hay ningún hospital militar, advierte el galeno. De hecho, dice, la situación del acceso a servicios médicos es más complicada en el interior del país que en La Habana.
“Siempre ha existido una ampliación de los servicios y se ha dado más importancia a las provincias occidentales, entre ellas la capital”, comenta el Dr. Márquez Frías, “y siempre hemos venido siendo como una Cenicienta del país, con menos instituciones, menos recursos y menos calidad en la atención”.
Pero el deterioro de los hospitales es visible en todo el país, según Ruiz Urquiola. No es que los hospitales militares tengan mejores recursos que los civiles, porque casi todos son un desastre, manifiesta.
“Los pocos hospitales que tienen recursos son el CIMEX y Hermanos Ameijeiras, y no se mencionan hasta la fecha” entre las instalaciones que usarán para atender pacientes de coronavirus, observa Ruiz Urquiola.
La situación se agrava porque las condiciones sanitarias y alimentarias son pésimas tanto en los hospitales como en las viviendas, indica.
“A ellos lo único que les va a importar es que nunca las estadísticas reales, como sucede con el VIH, sean públicas”, sentencia Ruiz Urquiola. “Nunca van a ser públicos los estados en que las personas se van corroyendo, ni –otra cosa muy importante— la búsqueda de soluciones médicas, porque no tienen recursos, no tienen suficiente conocimiento; ellos están absolutamente desactualizados en las técnicas modernas, tanto de pesquisaje como de tratamiento, y evidentemente eso es lo que ellos quieren controlar: que no haya una fuga de información al pueblo”.
Para colmo, mientras las autoridades sanitarias recomiendan lavarse las manos como medida preventiva, la población está muy preocupada por la carestía de jabón y detergente, comenta el Dr. Márquez Frías.
“Lo que venden no alcanza, las colas terminan en disturbios, y solo una parte de quienes las hacen logran comprar”, dice. “Y el precio del escaso desinfectante que se oferta aumentó a 65 pesos cubanos, que muchos no pueden pagar”, indica el médico.