El coreógrafo y bailarín cubano Alberto Concepción, exiliado de Cuba hace 20 años, regresó a La Habana para crear la coreografía del nuevo espectáculo que presenta el legendario cabaret habanero Tropicana.
El director del nuevo espectáculo, Armando Pérez "El Jimagua", quien ha consagrado la mayor parte de su vida artística a Tropicana reunió a un grupo de viejos amigos para el nuevo proyecto, especialmente a Concepción y a los coreógrafos Alberto Pérez y Frank Olivera.
"En dos meses –tiempo récord, nadie pensaba que íbamos a poder– montamos un espectáculo que estábamos preparando realmente para salir al exterior", dijo Concepción. "Nos hemos reunido un equipo que hacía rato teníamos ganas de trabajar. Hace 25 años que empezamos nuestras carreras y no nos habíamos unido nunca, hasta este momento".
El show "Tropicana: Oh, La Habana" se concibió inicialmente como un espectáculo transitorio hasta que estuviese listo uno que sustituyera al que llevaba años en el escenario, "Tambores en Tropicana" de Tomás Morales, pero con el éxito del estreno los organizadores han decidido extender las presentaciones e incluso crear nuevos vestuarios.
"Ha quedado tan bien, todo el mundo ha quedado tan contento, que han tomado la determinación de ya hacerle a este espectáculo el vestuario nuevo, o sea que este transitorio va a tener un tránsito un poco largo por Tropicana", dijo el coreógrafo entusiasmado.
El espectáculo, de aproximadamente dos horas de duración, cuenta con artistas circenses e intérpretes líricos invitados, entre un elenco de más de 100 artistas. En esta ocasión, el show no presenta una única historia, sino que el hilo conductor son las raíces culturales cubanas.
"Es un show muy dinámico, muy comercial, muy cubano; es lo que el turista quiere oír de Cuba cuando visita un espectáculo: lo más tradicional, nuestras raíces, la alegría del carnaval", detalló Concepción.
Otra de las novedades es el cuadro negro –o la parte del espectáculo dedicada a la cultura afrocubana– en el que esta vez representan una estampa del palenque cubano, nombre que recibían las comunidades que formaban los esclavos fugitivos en medio del monte.
"En el que se hacía se tendía mucho a las raíces yorubas y para el gran público se hacía a veces difícil la comprensión. Nos hemos alejado de lo religioso y centrado en las raíces cubanas", dijo.
Concepción quedó muy impresionado con la cantidad y el nivel técnico de los bailarines, un elemento que da esa dimensión de espectáculo a las presentaciones en Tropicana, pero se lamentó de que las bailarinas hayan perdido la originalidad en su estética.
"En mi época cada modelo tenía su propio aché, como decimos en Cuba, su propia personalidad y ahora se ven mucho más parejas", comentó Concepción, pero advirtió que las 20 modelos actuales son guapísimas y la estatura de los hombres pasa de los 1.75 metros.
El coreógrafo celebró la profesionalidad y talento del elenco del cabaret que cerró el anterior espectáculo el jueves 18 de junio y pasó toda la madrugada en el ensayo general para el estreno del día siguiente.
"El agua nos jugó una mala pasada. En los últimos 10 días antes del estreno llovió todos los días por la tarde. No podíamos ensayar en pista. El cuadro negro se montó todo en salones de baile y tuvimos un solo día para adaptarlo a la pista", contó el coreógrafo.
A pesar de que en los últimos 10 años las autoridades de Cultura de la isla habían rechazado giras de espectáculos de Tropicana por el extranjero, el nuevo show recorrerá Canadá, Estados Unidos, Argentina, Chile y Uruguay a finales de este año y Europa para marzo de 2016.
Alberto Concepción fue bailarín de Tropicana por 10 años y luego coreógrafo de la Televisión Cubana, antes de partir a España por un contrato de trabajo, donde estableció residencia. "Hace dos o tres años que estoy ya regresando a Cuba, he trabajado en muchas cosas, y he conseguido que pensaran en mí para este espectáculo de Tropicana", dijo.