Los gobiernos de Corea del Sur y Cuba acordaron abrir misiones diplomáticas mutuas como un paso hacia la apertura de embajadas en La Habana y Seúl, informó el lunes el Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano.
La Cancillería dijo en un comunicado de prensa que una delegación del gobierno de Seúl visitó la isla del 24 al 27 de abril y ambos países acordaron establecer embajadas.
La nota señala que, sobre la base de ese acuerdo, el gobierno de Corea del Sur planea continuar las conversaciones con Cuba para que su embajada en La Habana pueda abrirse lo antes posible.
Con ese fin, Coreal de Sur establecerá una oficina temporal en la capital cubana como paso intermedio, agrega el texto.
Ambos países acordaron en febrero pasado establecer relaciones diplomáticas. Cuba, histórico aliado de Corea del Norte, era la única nación de América Latina con la que Seúl no tenía relaciones diplomáticas.
Lee también ¿Secreto, golpe político, sorpresa?, el silencio de Pyongyang ante la diplomacia entre Cuba y SeúlSeúl ha dicho que el acercamiento con la isla contribuirá a sus esfuerzos por fortalecer la diplomacia con América Central y del Sur. Prometió, además, establecer una base institucional para expandir la cooperación económica bilateral y apoyar a las empresas surcoreanas en Cuba.
"En el futuro, nuestro gobierno cooperará activamente con el gobierno cubano en las medidas de seguimiento, incluido el establecimiento mutuo de misiones diplomáticas", manifestó en febrero la cancillería surcoreana.
Los regímenes comunistas de La Habana y Pyongyang han mantenido vínculos estrechos durante décadas y el gobernante norcoreano, Kim Jong-un, considera a Corea del Sur como el "país hostil número uno".
Aunque algunos observadores opinan que el restablecimiento de relaciones entre La Habana y Seúl podría incidir positivamente en Pyongyang para que regrese al diálogo con el Sur, la decisión del líder norcoreano de disolver todos los organismos encargados de acercar a las dos Coreas parece alejar esa posibilidad.
Pyongyang ha respondido con un largo silencio al acercamiento diplomático entre su viejo aliado y un enemigo "principal", como ha calificado a Corea del Sur.