El congresista colombiano Óscar Darío Pérez, copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat), denunció en España la tibia condena hacia los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua en la reciente cumbre entre ambos bloques.
“En esto debemos ser un poco más coherentes, menos nebulosos. ¿Cómo no condenar que, en países que se suponen democráticos, encarcelen a la oposición, cercenen los derechos hasta de la Iglesia Católica? Es decir, cercenan la democracia misma”, dijo el legislador del partido Centro Democrático.
Pérez aclaró que hablaba como congresista de Colombia, y no en su condición de copresidente de EuroLat, debido a las diferentes sensibilidades internas del organismo.
“Yo no diría que haya recepción con tapete rojo [a las dictaduras], ni nada parecido, pero esto no se puede tratar con eufemismos (…) Vi casi cierto temor, cierta reverencia, cierta diplomacia mal entendida, donde no se condenan esos hechos con precisión y con claridad meridiana”, insistió en rueda de prensa.
El socialista español Javi López, el otro copresidente de EuroLat, negó la tesis de la “alfombra roja”, expuesta por periodistas.
“La UE no decide los miembros de CELAC”, respondió.
Dijo que la UE “ha sido muy dura con las crisis de derechos humanos y democráticas institucionales que padecen algunos países de América Latina”.
“No recibimos con alfombra roja a nadie. Tratamos por igual a todo el mundo”, aseguró.
En la apertura, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, destacó la oportunidad que ofrece la Asamblea para reforzar las relaciones entre la Unión Europea y Latinoamérica y el Caribe.
“Tenemos la oportunidad de reforzar, definitivamente y para siempre, las relaciones entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe. Y hacerlo precisamente para encarar conjuntamente los desafíos globales del presente”, aseguró el canciller español.
Los participantes en la decimoquinta reunión de EuroLat fueron recibidos en audiencia por el rey Felipe VI, entre ellos dos diputados del régimen cubano.
Los 150 miembros del organismo —75 eurodiputados y 75 representantes de los parlamentos de América Latina y el Caribe— evalúan los resultados y conclusiones de la cumbre, la primera al más alto nivel desde 2015.