La activista de derechos humanos y presa política cubana Maidolis Leyva Portelles asisitió este martes a las 5:00 pm a una comparecencia ante delegados del Poder Popular, citada por el tribunal municipal de Holguín, para ser señalada ante un grupo de personas como "contrarrevolucionaria".
La señora Leyva Portelles fue sancionada a 1 año de reclusión domiciliaria bajo el delito de "difamación a los mártires de la Patria y desorden público", cuando junto a sus hijos Anairis y Adairis Leyva Miranda, así como Fidel Batista Leyva salieron a las calles de la ciudad, en medio del toque de queda impuesto por los funerales del dictador Fidel Castro. En esa ocasión fueron víctimas de golpizas, registro domiciliario, acto de repudio y detenciones, debidamente documentadas por Martí Noticias.
El acto, en el que pudo calcular había unas 27 personas, se hizo en la sede de la Dirección Municipal de Educación, y según la entrevistada tuvo el objetivo de denigrarla, pues la presentaron como una “contrarrevolucionaria”.
“A la primera que llamaron fue a mí. Una de las delegadas dijo ‘la contrarrevolucionaria, que se pare aquí al frente -y no habían dicho todavía el delito- para todos conocerle la cara. Y les dije: sí, como no, me voy a parar ahí para complacer a la señora comunista para que me conozca, porque yo soy libre, y defensora de los derechos humanos”, afirmó Leyva.
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La advertencia a los funcionarios estatales fue que la reconocieran como un desafecto al gobierno. “Que me miraran bien la cara, que ya yo era una persona controlada por la fiscalía y que a la menor incidencia iba a ser revocada y que todos los que estaban allí tenían la obligación de si veían un acto de desorden público -porque aquí defender los derechos humanos es desorden público- de informar a la policía”, relató la mujer.
Leyva Portelles calificó de un acto hostil, la obligación de presentarse en ese local y describió la manera en que la miraban los asistentes, aunque destacó que ninguno de los participantes le profirió palabra y estaban acompañados por un oficial de la Seguridad del estado que filmó la sesión.
La también activista del Comando “Olegario Charlot”, adjunto al Movimiento Cubano Reflexión cree que el seguimiento que se le ha dado al caso de su familia impidió un acto de mayores proporciones en su contra.
“Estoy plenamente convencida de que no se me dijo ninguna ofensa porque como se ha hablado de esto y ustedes han estado dando el apoyo ahí (Radio Martí, Martí Noticias), el cual se lo agradezco enormemente. Si tuviera tres vidas más también se lo iba a agradecer”, y añadió que lo hace extensivo al Directorio Democrático Cubano y Radio República.
Leyva dijo que junto a ella presentaron a tres jóvenes que están sancionados por hurto, otro al que solo presentaron como “un Testigo de Jehová” y un joven con retraso mental, que cuando fue movilizado de su centro de trabajo para la Campaña antivectores, incendió una vivienda con una motomochila y hoy debe pagar por los daños.
Según el testimonio de la mujer, lo pusieron ‘a trabajar de ayudante de cocina y cuando se dispara la epidemia del cólera. A los obreros los llevaban obligados a trabajar en la campaña de fumigación. En la Calle 5ta, del reparto Pueblo Nuevo a él lo llevan a fumigar y dice la madre que él fumigó normal, pero la cocina de la última casa cogió candela. Lo sancionan a un año, por un incendio intencional y debe pagar 10 mil pesos de indemnización”.
Finalmente a presentación duró cerca de media hora, y Leyva Portelles solo tuvo que firmar un acta de comparecencia que le extendieron al concluir.
En la actualidad los tres hijos de Leyva Portelles están sancionados a 1 año de cárcel bajo el mismo delito de difamación que ella, aplicados en la Causa 566/2016.
Anairis Miranda Leyva, en huelga de hambre desde el 7 de marzo, fue reportada de "estable e hidratada", y permanece recluida en la sala de penados del Hospital Provincial Vladimir I. Lenin, de la provincia Holguín. Por su parte Adairis cumple la sanción en la prisión de mujeres y Fidel Batista, en el Centro Correccional con internamiento, conocido como “La Ladrillera”, a las afueras de la ciudad.