Ha concluido el XX Congreso de la Central de Trabajadores Cubanos (CTC) y luego de la alharaca sobre la “intensa preparación” y las “discusiones democráticas en su Anteproyecto”, el pasado sábado 22 de febrero quedó sellado una vez más el destino de los derechos de los obreros en Cuba.
Dos señales trazan el camino: la imposición de un ex primer secretario del Partido Comunista en provincia como “líder de los obreros cubanos" y la confirmación de la “absoluta convicción y decisión irrenunciable de continuar defendiendo incondicionalmente la Revolución y sus conquistas”, como hoja de ruta de los afiliados en el gremio oficialista mientras otros son expulsados de sus centros laborales por disentir en público.
El gobierno cubano continuó reduciendo los puestos laborales, según consta en su Informe Central, donde expresa que los recortes alcanzaron los “596.500 trabajadores”, al tiempo que indicó un alza en el sector privado con una cuantía de 450.000 personas que iniciaron empleos por cuenta propia, destacado como un intento por alcanzar la eficiencia económica.
Las incongruencias
Maibel Padilla es Secretaria General de Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC), agrupación independiente que busca empoderar a los trabajadores en cuanto a derechos e intenta concientizarlos sobre el valor de ser independientes. La sindicalista habó para el programa Contacto Cuba, de Radio Martí.
Padilla ve el mismo "lunar" de siempre en la selección de los delegados: “son afines a los intereses partidistas”, comenta. La poca seriedad en las discusiones, además de un gran desinterés pues las reuniones del sindicato se realizan luego de la jornada de trabajo, en el momento en que todos piensan en llegar a casa, en "lo difícil que está el transporte" y el problema doméstico, a decir de esta sindicalista proscrita.
Aun así, desde finales de 2013 se dispararon las alarmas entre los trabajadores con el anuncio del cierre de las tiendas privadas que vendían ropa importada, sobre todo en ciudades importantes como La Habana y Santiago de Cuba.
Las redadas policiales, detenciones y multas excesivas marcaron el inicio de 2014. Una protesta masiva por las calles de la ciudad de Holguín el martes 21 de enero pasado confirmaba que las autoridades decidieron desalojar una plaza pública donde aquéllos ofrecían sus productos; los resultados fueron varias detenciones, golpizas, fuertes amenazas y el retiro de la licencia a algunos de ellos, según reportó en esa ocasión el cuentapropista Rubier Cruz.
“El documento del Ante-proyecto que se discutió remite a un reglamento inexistente”, afirma Maibel Padilla y recalca: “en la clausura del congreso, hay unos trabajadores que plantean que por qué no aparece la palabra CTC en el Documento Final y Díaz-Canel dijo que era un problema de ‘inteligencia’, pero es porque de aparecer la palabrabCTC es un reconocimiento tácito a la violación del Convenio 87 sobre la libertad sindical”, adoptado en Julio de 1948, California, y aprobado en México, el 10 de abril de 1950.
Antes fiscal, ahora defensor de los “sin trabajo”
Sixto Manuel Cobas de la Rosa pasó más de veinte años como jefe de las fiscalías municipales en Palma Soriano, “Julio Antonio Mella” y Santiago de Cuba. Estaba a cargo de los controles de los procesos penales y sus fases preparatorias, entre otros menesteres. Su vida ha dado un vuelco, ahora defiende a trabajadores que han sido expulsados de sus centros laborales por supuestas “ausencias injustificadas”, cuando estas han ocurrido en ocasiones en que estos, también activistas de derechos humanos, han sido detenidos por la policía política.
Sobre el congreso finalizado Sixto Manuel, quien ahora es asesor en cuestiones jurídicas en la ilegal Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cree que no llegará a ningún lado sin un basamento legal efectivo: “es decir, la ley no impera, constitucionalmente son frases bonitas, no se garantiza el derecho fundamental al trabajo. Hay un Convenio Colectivo de Trabajo que es el que ata al trabajador, y lo hacen con toda intención, porque él se obliga durante el año a cumplir lo que la administración quiere que desarrolle el trabajador”, indica.
Conocedor de las leyes que han sido aprobadas durante 54 años de autoritarismo, el ex fiscal Cobas de la Rosa desmonta lo que cree una “pantalla”, pues los Órganos de justicia laboral de base son: “como la sustitución del papel de los tribunales, pero a instancias de base, donde se aparenta justicia, que hay legalidad”, concluye.
Cuchillo para tu garganta
Con una licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación, Israel Vigil deberá guardar su título y recordar el día de su graduación, en que concluyó sus estudios con Diploma de Oro. Ahora es activista de Derechos humanos en la UNPACU y varias ausencias lo han dejado en la calle.
“Fui expulsado por mi forma de pensar”, comenta Vigil, a quien en la policlínica comunitaria de Santiago de Cuba le practicaron “un análisis, por ausencias, ausencias justificadas puesto que eran detenciones arbitrarias. Les dije que no era porque yo quería sino que me había detenido la mal llamada policía revolucionaria. Una vez que me sancionaron, me dejaron dos meses sin salario, y cuando saldo esos meses, me dicen que he quedado como plantilla en exceso”, señala este joven paramédico.
Las reclamaciones que dice haber hecho a otras instancias, no le funcionaron: “me dirijo al sindicato para que pueda protegerme, y yo pensando que estaba buscando mi defensa y lo que encontré fue el cuchillo para mi garganta, pues nunca esa persona me defendió, se quedó callada en dicha reunión, yo mismo fui mi autodefensa y ella simplemente firmó para que me sancionaran y me declararan plantilla en exceso”, concluye.
En la misma provincia, fuentes de la disidencia han denunciado el caso del operario Geordanis Matos, técnico en la Empresa Gráfica “Abel Santamaría”. Matos fue cesado de su puesto de trabajo por un par de ausencias, “coincidentes con los días en que había dormido en los calabozos de la policía por su activismo en contra del régimen castrista”, indicó el licenciado en Derecho Sixto Manuel Cobas.
Dos señales trazan el camino: la imposición de un ex primer secretario del Partido Comunista en provincia como “líder de los obreros cubanos" y la confirmación de la “absoluta convicción y decisión irrenunciable de continuar defendiendo incondicionalmente la Revolución y sus conquistas”, como hoja de ruta de los afiliados en el gremio oficialista mientras otros son expulsados de sus centros laborales por disentir en público.
El gobierno cubano continuó reduciendo los puestos laborales, según consta en su Informe Central, donde expresa que los recortes alcanzaron los “596.500 trabajadores”, al tiempo que indicó un alza en el sector privado con una cuantía de 450.000 personas que iniciaron empleos por cuenta propia, destacado como un intento por alcanzar la eficiencia económica.
Las incongruencias
Maibel Padilla es Secretaria General de Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC), agrupación independiente que busca empoderar a los trabajadores en cuanto a derechos e intenta concientizarlos sobre el valor de ser independientes. La sindicalista habó para el programa Contacto Cuba, de Radio Martí.
Padilla ve el mismo "lunar" de siempre en la selección de los delegados: “son afines a los intereses partidistas”, comenta. La poca seriedad en las discusiones, además de un gran desinterés pues las reuniones del sindicato se realizan luego de la jornada de trabajo, en el momento en que todos piensan en llegar a casa, en "lo difícil que está el transporte" y el problema doméstico, a decir de esta sindicalista proscrita.
Aun así, desde finales de 2013 se dispararon las alarmas entre los trabajadores con el anuncio del cierre de las tiendas privadas que vendían ropa importada, sobre todo en ciudades importantes como La Habana y Santiago de Cuba.
“El documento del Ante-proyecto que se discutió remite a un reglamento inexistente”, afirma Maibel Padilla y recalca: “en la clausura del congreso, hay unos trabajadores que plantean que por qué no aparece la palabra CTC en el Documento Final y Díaz-Canel dijo que era un problema de ‘inteligencia’, pero es porque de aparecer la palabrabCTC es un reconocimiento tácito a la violación del Convenio 87 sobre la libertad sindical”, adoptado en Julio de 1948, California, y aprobado en México, el 10 de abril de 1950.
Antes fiscal, ahora defensor de los “sin trabajo”
Sixto Manuel Cobas de la Rosa pasó más de veinte años como jefe de las fiscalías municipales en Palma Soriano, “Julio Antonio Mella” y Santiago de Cuba. Estaba a cargo de los controles de los procesos penales y sus fases preparatorias, entre otros menesteres. Su vida ha dado un vuelco, ahora defiende a trabajadores que han sido expulsados de sus centros laborales por supuestas “ausencias injustificadas”, cuando estas han ocurrido en ocasiones en que estos, también activistas de derechos humanos, han sido detenidos por la policía política.
Sobre el congreso finalizado Sixto Manuel, quien ahora es asesor en cuestiones jurídicas en la ilegal Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cree que no llegará a ningún lado sin un basamento legal efectivo: “es decir, la ley no impera, constitucionalmente son frases bonitas, no se garantiza el derecho fundamental al trabajo. Hay un Convenio Colectivo de Trabajo que es el que ata al trabajador, y lo hacen con toda intención, porque él se obliga durante el año a cumplir lo que la administración quiere que desarrolle el trabajador”, indica.
Conocedor de las leyes que han sido aprobadas durante 54 años de autoritarismo, el ex fiscal Cobas de la Rosa desmonta lo que cree una “pantalla”, pues los Órganos de justicia laboral de base son: “como la sustitución del papel de los tribunales, pero a instancias de base, donde se aparenta justicia, que hay legalidad”, concluye.
Cuchillo para tu garganta
Con una licenciatura en Fisioterapia y Rehabilitación, Israel Vigil deberá guardar su título y recordar el día de su graduación, en que concluyó sus estudios con Diploma de Oro. Ahora es activista de Derechos humanos en la UNPACU y varias ausencias lo han dejado en la calle.
“Fui expulsado por mi forma de pensar”, comenta Vigil, a quien en la policlínica comunitaria de Santiago de Cuba le practicaron “un análisis, por ausencias, ausencias justificadas puesto que eran detenciones arbitrarias. Les dije que no era porque yo quería sino que me había detenido la mal llamada policía revolucionaria. Una vez que me sancionaron, me dejaron dos meses sin salario, y cuando saldo esos meses, me dicen que he quedado como plantilla en exceso”, señala este joven paramédico.
Las reclamaciones que dice haber hecho a otras instancias, no le funcionaron: “me dirijo al sindicato para que pueda protegerme, y yo pensando que estaba buscando mi defensa y lo que encontré fue el cuchillo para mi garganta, pues nunca esa persona me defendió, se quedó callada en dicha reunión, yo mismo fui mi autodefensa y ella simplemente firmó para que me sancionaran y me declararan plantilla en exceso”, concluye.
En la misma provincia, fuentes de la disidencia han denunciado el caso del operario Geordanis Matos, técnico en la Empresa Gráfica “Abel Santamaría”. Matos fue cesado de su puesto de trabajo por un par de ausencias, “coincidentes con los días en que había dormido en los calabozos de la policía por su activismo en contra del régimen castrista”, indicó el licenciado en Derecho Sixto Manuel Cobas.
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