Los presos políticos Leudis Arce Romero y José Ángel Díaz Ortiz, condenados a cadena perpetua, cumplieron este miércoles nueve días en huelga de hambre reclamando su libertad.
“Siguen en la huelga. Hoy me llamó por teléfono un fiscal para que lleve los documentos por si había decidido hacerle revisión de causa en el Supremo, y yo le contesté que estoy cansada de ir ahí y nunca nos han querido hacer revisión de causa. Entonces me pidió que fuéramos a la cárcel porque él tiene que tomar sus alimentos y yo le recalqué que mi hijo no se va a quitar de la huelga de hambre hasta que no le den la libertad porque ya son 20 años, injustamente en la prisión”, relató Guadalupe Ortiz, madre de uno de los ayunantes.
“Le pregunté al fiscal ¿cómo está mi hijo? ¿no le han hecho nada? y me respondió que ahí no les hacen nada y me pasó a mi hijo y mi hijo me dijo ‘Mima, estoy bien, no te preocupes, yo voy a seguir en la huelga. Yo te dije a ti que yo iba hasta el final”.
Los mandos penitenciarios del Combinado del Este han visitado a los dos presos políticos para tratar de disuadirlos de su acción.
“Mi hijo me dijo ‘ni llames ni vengas que tú vas a saber’. Los reclusos me informan. Hoy mismo me llamaron dos, todavía no los han puesto en [celda] tapiada, lo pusieron por el pasillo dos, en una celda solo y a Leudis en otro lado”, indicó Ortiz.
Por su parte Magnolia Romero, la madre de Leudis, aseguró a nuestra redacción que la llamó uno de los reos compañero de infortunio de su hijo y le confirmó que sigue con la huelga de hambre:
“Me estoy muriendo por dentro porque es mi hijo quien está ahí tirado, que no sé qué le pueda pasar, pero tengo que mantenerme fuerte porque él me lo pidió”.
Los dos huelguistas forman parte de un grupo de muchachos que en 2003 planearon desviar un avión, pero fueron detenidos antes de llevar a cabo su proyecto.
La prensa oficial informó, en ese momento, que los jóvenes atacaron a un recluta en el poblado de La Fe, en Isla de Pinos y le quitaron su fusil automático AK-M. Luego, huyeron en un automóvil hacia el aeropuerto de Nueva Gerona.
Fueron interceptados en una garita antes de entrar a la terminal aérea. No obstante, el Tribunal Provincial de La Habana los declaró culpables de los delitos de "terrorismo" y "robo con violencia".
Junto a Arce Romero y Díaz Ortiz fueron arrestados Francisco Reyes Rodríguez, Lázaro Ávila Sierra y Jorge Luis Pérez Puentes. Todos sentenciados a prisión de por vida.
Otros involucrados, Daviel Gamiza Leyva, Fidel Francisco Rangel Sánchez y Bodanis Zulueta Ramos recibieron penas de 20, 25 y 30 años de privación de la libertad, pero en 2011 fueron extraditados a España a raíz de la negociación del gobierno de ese país con el régimen de La Habana para excarcelar a presos políticos.
Ninguna de las numerosas gestiones de los familiares con las autoridades judiciales cubanas para rebajar las sanciones han dado resultado por lo que Arce Romero y Díaz Ortiz determinaron emprender la protesta para llamar la atención de los funcionarios encargados y de la comunidad internacional.