Folleto plegable en mano, el cineasta cubano Ricardo Figueredo anda por las calles de La Habana recaudando dinero para su próximo documental: "Es un crowdfunding analógico" en un país de difícil acceso a Internet, dice.
"Me dije voy a armar un plegable de tal manera que la gente tenga información de la película, yo me puedo quedar con sus datos y si me dejan alguna donación, después me puedo comunicar con ellos", explica a AFP este hombre espigado, de 42 años.
El crowdfunding es una práctica frecuente usada por emprendedores en el mundo para conseguir dinero a través de Internet: Exponen los datos del proyecto y la gente les aporta donaciones por esa vía. Pero el acceso a Internet es aún muy limitado y caro en Cuba, lo que llevó a Figueredo a adaptar esta modalidad.
"La idea me parece fantástica (...), me parece muy ingenioso esto del crowdfunding analógico, es como un crowdfunding en el medioevo", señala a AFP Claudia Calviño, responsable de Producciones de 5ta Avenida, una de las nuevas productoras independientes en Cuba que, toleradas, esperan por permiso legal desde hace unos años.
Figueredo ya está filmando Juan sin nada, un documental de 52 minutos que "analiza la economía cubana desde la perspectiva cotidiana", que muestra cómo un obrero se las arregla para vivir con un salario mensual de $10 y su libreta de racionamiento.
Para el documental, le prestaron una cámara y postuló a un fondo noruego. De los $5.000 que solicitó, le otorgaron $3.000. Otros $200 recaudó con su "crowdfunding analógico" en el reciente Festival de Cine de La Habana.
"Hubo personas que se interesaron y (...) que son casi tan importantes como el dinero, pues aportan distribución, equipamiento", señala este graduado de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, 30 km al suroeste de La Habana.
Director de tres documentales y productor de varias películas independientes y del oficial Instituto Cubano de Cine (ICAIC), Figueredo forma parte de Cooperativa Independiente, otra de las nuevas productoras.