Hablar del ex boxeador mexicano Humberto "Chiquita" González es el reflejo de un deportista disciplinado dentro y fuera del ring. Fue un púgil agresivo, combativo,que no pedía ni daba tregua y que era seguido por millones de fanáticos en todo el mundo por su boxeo limpio.
Chiquita es el reflejo de la pureza dentro del viril deporte de los puños. Figuró en grandes carteles boxísticos en la meca del boxeo, Las Vegas. Aunque se retiró en 1995, a los 29 años de edad, tras perder ante Saman Sorjaturong, había sido monarca y el mejor del orbe desde 1989 hasta 1995 en la división de los 48 kilogramos.
El 25 de mayo de 1989 González derrotó en Corea del Sur al local Yul Woo Lee para ganar la corona en los 48 kilogramos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Chiquita y Michael Carvajal unificaron los títulos del CMB y la Federación Internacional de Boxeo (FIB) el marzo de 1993 en Las Vegas. Michael ganó, pero en la revancha Chiquita, con una gran demostración superó a Carvajal, quien a nivel amateur había peleado con varios cubanos, entre ellos Juan Torres Odelín e Hipólito Ramos, plata en los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980.
Sus 43 victorias con 30 nocauts y sólo 3 derrotas hablan de la gran carrera de González, quien fue invitado a la Convención 54 del Consejo Mundial de Boxeo que se realiza en Hollywood, estado de la Florida.
En entrevista con Martí Notricias, el gran ex campeón mexicano habló del talento del cubano Guillermo Rigondeaux y la calidad de la escuela cubana de boxeo.
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